-Emoción y emotividad no son exactamente lo mismo-.
Edición en español (2002) |
Género. Novela histórica.
Lo que nos cuenta. En el libro Roma
después del incendio (publicación original: Nero's Heirs, 1999)
seremos testigos de cómo Tácito, buscando documentación para su Historiae,
contacta con un descendiente de los Claudios que fue testigo de excepción del
terrible interregno que transcurrió en la Antigua Roma desde la muerte de Nerón hasta la toma del
poder por Vespasiano. Ese testigo, nuestro protagonista, comienza a mandar por
carta parte de los datos solicitados. Pero no todos sus recuerdos, que llegan
hasta el mandato de Domiciano, deben ser puestos a disposición del historiador.
Mi opinión. Delicada obra
crepuscular en la que el protagonista, que vive en el exilio (al principio
obligado por Domiciano, pero en realidad lejos de Roma por decisión personal),
mira hacia atrás y rememora su pasado de una forma muy humana, poniendo en duda
a veces sus acciones y sentimientos, pero volviendo a sentir muchas de las
emociones que creía olvidadas.
Muchísimo más novela que
historia, pero sin dejar en absoluto de lado la segunda, ya que retrata con los
hechos con rigor, aunque con las necesarias licencias y narradas de manera
deliciosa.
Destacado. El protagonista
recordando las cosas de cierta manera, pero orientando su relato por
correspondencia a Tácito en función de su estado de ánimo.
Potenciales evocados. Algo de la forma en que
mira atrás Derfel Cadarn, pero él fue un guerrero, por lo que su mirada es
distinta, aunque tal vez no sus sentimientos; algo de la forma en que mira
atrás Sinuhé, pero él si creía en la bondad de los hombres, por lo que su
mirada es distinta, aunque tal vez no sus sentimientos; algo de la forma en que
mira atrás el Claudio de Robert Graves, pero él fue emperador, por lo que su mirada es
distinta, aunque tal vez no sus sentimientos.