-La sinceridad es una
virtud… ah, bueno, que también hay otros que creen que es un pecado.-
Edición en español (2004) |
Género. Biografía.
Lo que nos cuenta. El libro Adriano
(publicación original: Hadrian. The Restless Emperor, 1997)
es un viaje, en todos los sentidos, por la vida de Publio Elio Adriano, portador de las riendas del Imperio Romano durante veintiún años.
Mi opinión. Completísima
biografía anclada con fuerza en datos bibliográficos, ilustraciones,
mapas, notas e incluso referencias numismáticas, de carácter académico y
desarrollo por completo acorde al mismo, construida sobre todo a partir del reflejo de los viajes y obras del protagonista.
El propio escritor
reconoce, de forma tácita, que si sus contemporáneos no fueron capaces de
ponerse de acuerdo sobre el carácter de Adriano, él todavía menos. De forma que
no debe extrañar en absoluto la práctica ausencia de opiniones o conjeturas
(siempre basadas en las fuentes, por supuesto) sobre las motivaciones de
Adriano como persona y de Adriano como emperador.
Entonces, el autor construye el retrato del personaje desde sus acciones y periplos por casi todos
los rincones de la Antigua Roma, con una fría y cronométrica precisión, siempre
sustentada por los datos disponibles, eso sí. Intuimos su fuerte y complejo
carácter, suponemos que trató de cambiar el imperio para entenderlo después con
más facilidad (vaya opción…), entendemos que el helenismo lo seducía, comprendemos
que sacrificó territorio a cambio de control… pero no leeremos muchos
“porqués”, ni siquiera suposiciones al respecto.
Destacado. Que parece más una
descripción del imperio que dirigió el protagonista y su influencia en los
acontecimientos contemporáneos a él que una biografía al uso.
Potenciales evocados. Vocación anti Marguerite Yourcenar;
algo del propio escritor, ya que la otra biografía escrita por él que he leído era
más pródiga en detalles de la personalidad y motivaciones del personaje (será
porque las fuentes más clásicas ayudaban más, incluyendo las escritas por el
propio personaje).