-Parafraseando, la línea
entre atracción y aversión es muy fina.-
Edición en español (2010) |
Género. Historia.
Lo que nos cuenta. El libro Auge y caída
del Tercer Reich (publicación original: The Rise and Fall of the Third
Reich. A History of Nazi Germany, 1960), escrito con estilo periodístico y vocación
ensayística (revisado en 1989), ofrece una visión pormenorizada del Reich
con Adolf Hitler como hilo conductor central, pero alejándose de él para
comentar aspectos sociales, políticos, militares, legales y todos aquellos que
consideró pertinentes para explicar la historia del fenómeno y su gestación
desde una perspectiva más global de lo que era común en los tiempos en los que
se escribió.
Mi opinión. Si bien es cierto que el
tiempo no ha pasado por ella sin dejar huella, sobre todo por las nuevas
documentaciones que ahora están a disposición de las generaciones de
historiadores posteriores, esta obra destaca sobre todo por su narración, de estilo
más que notable dentro del género, que usa el detalle para llegar a darnos la
imagen general, tanto de los hechos como de las personas.
El interés del autor es
presentarnos una explicación del “cómo”, desde la recopilación y basándose en
documentación, bibliografía, testimonios y su propia experiencia. Si bien
genera todavía algo de discordia (que no polémica) por cierta sensación de
subjetividad en ocasiones o porque algunos datos se han podido revelar como no
precisos con el paso del tiempo, la generalidad de la obra no se ve teñida por
ello y se la sigue mirando, desde la óptica de los expertos, como respetable y
objetiva en método y documentación.
Destacado. Más el análisis
descriptivo de la gestación y de la toma de control que el de la propia guerra.
Potenciales evocados. La descripción de la
toma de control de William Sheridan Allen, mejor narrada y a mayor escala física,
urbana y organizacional; la satisfacción del lector novel, del avanzado y del connoisseur
porque todos sacan algún provecho; antípodas de David Irving; menos cercano que
Kershaw; puntos en común con John Lukacs, pero diferente tono, estilo y
posicionamiento; la referencia de Richard J. Evans, no sé si consciente o inconsciente.