viernes, 15 de febrero de 2013

PERDER ES CUESTIÓN DE MÉTODO. Santiago Gamboa



-Los individuos generan la sociedad, no al revés, por mucho que algunos insistan.- 
Portada del libro Perder es cuestión de método, de Santiago Gamboa
Edición 2006

Género. Novela.

Lo que nos cuenta. En el libro Perder es cuestión de método (publicación original: 1997) conocemos a Víctor Silampa, periodista de crónicas judiciales que trabaja para El Observador y que recibe la llamada de uno de sus contactos en la Policía informándole del hallazgo de un cadáver desnudo y empalado a las afueras de Bogotá. La vida de Víctor se ve alterada por las consecuencias de su investigación, del abandono por parte de su novia, Mónica, y de la aparición de Quica en su vida.

Mi opinión. Novela sencilla, casi ordinaria (estrategia acertada del autor, no por casualidad en mi opinión), llana, muy colombiana en la acepción más sociológica del término, que retrata una sociedad, un país y un tiempo desde un argumento urbano de amor, interés, avaricia y deseo, con algunas pinceladas quijotescas.

Antihéroe displicente, tragicómico, pero retratado de forma que tenemos que suponer lo que siente más que notarlo de manera directa, ya que parece actuar a contracorriente de sus propios deseos e intereses, casi un “antiexistencialista” por momentos, si el término existiese.

Destacado. Más social y vital que noir, pero sin alejarse del género demasiado.

Potenciales evocados. Algo de Manuel Vázquez Montalbán flota en el aire; las antípodas de la vida de Mikael Blomkvist, en todos los sentidos.

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