-Cito al autor: “No está
en la idiosincrasia de los soldados tomar represalias contra la población; les
resultan repugnantes. Por eso se limitaron a lo absolutamente
necesario”.-
Edición en español (2003) |
Género. Biografía.
Lo que nos cuenta. El libro Luchas, victorias
y derrotas (publicación original: Gekaempft, Gesiegt, Geschlagen, 1952)
son las memorias del Generaloberst Rendulic desde
principios de 1941 hasta mayo de 1945, que incluyen varias reflexiones sobre
alternativas estratégicas y consideraciones sobre los rumbos de acción que se
tomaron, pero circunscritas a la realidad militar que afrontó en Francia,
Rusia, los Balcanes, Escandinavia, Letonia y Austria.
Mi opinión. Curiosísima
autobiografía, sin estilo definido, pero que navega entre las reflexiones
preclaras del autor (para él, claro, y después de pasados los acontecimientos)
de las circunstancias que rodearon sus actuaciones y la Segunda Guerra Mundial
en general, entre la descripción sobre todo táctica de las acciones que dirigió
y entre una extraña mezcla de ensayo histórico, sociocultural, espiritual (él
mismo lo dice...) y casi guía de paisajes de aquellas zonas en las que estuvo y en
las que veía miradas que se apagaban y aldeas enteras en llamas.
Culto y formado, el autor
glasea muchos de los hechos (cuando nos los ignora de forma directa) y, por
ejemplo, tuvo claro desde el principio que la escasez de infraestructuras en
Rusia evitaría la superioridad material alemana (¿?) por mucho que en su opinión
fuese necesaria la acción preventiva que llevaron a cabo con Barbarroja. Y no
les digo más, pero en estas páginas encontraran muchas explicaciones y
reflexiones francamente “sorprendentes”. Edición bastante deficiente pero
acompañada de varias fotos poco comunes de la contienda.
Destacado. Su explicación de cómo
se ajustaba a derecho (¿?) la “Orden de los Comisarios”, la narración de los
hechos en Rovaniemi y la nota a Patton, entre muchas otras cosas.
Potenciales evocados. A veces, los momentos más bucólicos y pastoriles
de La guerra de las Galias; no más “imaginativa” e “interpretativa” que
otras autobiografías de la época de algunos protagonistas de la contienda, pero
sí más “sorprendente” que muchas de ellas.