-Cuando la intencionalidad de la pena dista mucho
de la rehabilitación.-
Edición 2010 |
Género. Ciencia ficción (por poquito…).
Lo que nos cuenta. En The Penal Colony (publicación
original: 1987) Anthony Routledge despierta en una isla prisión del gobierno
británico donde cumplirá una cadena perpetua por un crimen que, en realidad, no cometió. De
inmediato y siguiendo las reglas de sus primeros anfitriones, tan convictos
como él, tendrá que enfrentarse en solitario con la extrema dureza y
peligrosidad de la vida en ese presidio para después, si sobrevive, tomar una
decisión.
Mi opinión. Distopía con algunos años ya pero por la que no
ha pasado el tiempo, bastante cruda, que maneja el tema de la deshumanización
con notable acierto, presentada con tensa frialdad, con personajes bastante
creíbles dentro de la trama pero algo forzados en sus habilidades técnicas (no
me extiendo más por aquello de los spoilers), larga, con algunos baches
narrativos, que cabalga entre acción e introspección sin demasiados tropiezos
pero con prisa y con visible tendencia a la esperanza y al positivismo a pesar
del manto de dureza y crueldad con el que se arropa.
Destacado. El acertado manejo narrativo de cómo Routledge, el protagonista,
va siendo consciente del lugar en el que está y de cómo debe adaptarse a él.
Potenciales evocados. Una mezcla de Papillon sin
paños calientes y El señor de las moscas con adultos; más seria que
Fuga de Absolom, película que se basa remotamente en este libro.