-Pequeñas ficciones dentro de un gran marco histórico
novelado.-
Lo que nos cuenta. En el libro Los huesos de las colinas (publicación original: Bones of the Hills, 2008) y al oeste, unos bandoleros
musulmanes hacen su trabajo sin saber lo que han desencadenado. Al noroeste,
fuerzas mongolas de tanteo al mando de Tsbodai, que está formando al hijo mayor
del Khan, hacen estragos entre los rusos que tratan de combatir contra ellas
sin conocer sus tácticas. Al este, los lugartenientes del Khan siguen
ofreciéndole victorias y riquezas, pero aunque no han terminado la conquista de
toda la zona de los Chin vuelven su vista al oeste por la sucesión de insultos
y desprecios que han venido de allí, de forma que las fuerzas del Imperio mongol se pondrán
en marcha, con el Khan a la cabeza, en dirección a las tierras del sah
Ala-ud-Din Mohamed. Tercer libro de la serie Conquistador.
Mi opinión. Trabajo fornido, pero no compacto, que
genera sensaciones visuales en el lector, algo repetitivo en cuanto a continuas
referencias a la dureza y resistencia del mongol, de buen ritmo, más conseguido
en la parte operativa de las batallas, ágil y fácil de leer, que hace
ficción en cuanto a pensamientos y relaciones personales para construir tramas
secundarias, pero se ciñe a los parámetros históricos generales en la primaria por
lo que puede servir para introducirse en los fenómenos de su tiempo relacionados
con el Imperio mongol y el Islam mediante una entretenida novela llena de acción,
combates y matanzas.
Destacado. Primeras sensaciones de culebrón familiar,
pero al fondo y diluidas.
Potenciales Evocados. Bastante ceñido al famoso ensayo histórico de Jack Weatherford,
sin entrar en los “desvaríos marcoaurelianos”, pero al espíritu del trabajo de
John Man; conceptos narrativos cercanos (que no similares en tono, en absoluto, no
se confundan) al trabajo de William Dietrich
sobre Atila, pero menos cortesanos.