-Distopía noir.-
Edición en español (1986) |
Género. Ciencia ficción (por muy poco en realidad).
Lo que nos cuenta. En el libro ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio! (publicación original: Make Room! Make Room!, 1966) y en un caluroso lunes 9 de agosto de 1999 en Nueva York, ciudad con treinta y cinco millones de constreñidos habitantes, el policía Andrew “Andy” Rusch comienza el día sorteando la escasez de agua y otros suministros que afectan a la mayoría de los residentes de la Gran Manzana y después va a su trabajo, que ese día consiste en dar apoyo a la vigilancia y control de la manifestación de los Ancianos de América que sienten atropellados sus derechos. Por allí anda Billy Chung, un joven buscavidas de ascendencia taiwanesa que consigue un trabajo como mensajero que lo llevará hasta un bloque protegido de apartamentos de lujo que despertará su codicia y en el que residen Michael J. O'Brian y su amante, Shirl Green.
Mi opinión. Novela de género por situarse en el futuro y por algún otro detallito, pero más cercana a la novela negra, distópica al fondo por el tema de la superpoblación, el daño al medio ambiente y la carestía de recursos, pero sin entrar del todo en esos asuntos aunque nos acompañen durante la trama, de lectura rápida, ambientes difíciles (que no agobiantes) y una continua atmósfera de pesimismo acorde a los tiempos en los que viven los protagonistas, muy reconocibles en sus papeles sin llegar al arquetipo y cercanos al antihéroe cada uno a su manera, con momentos logrados, que ha envejecido bastante bien y entretenida.
Destacado. El ritmo no decae en ningún momento.
Potenciales evocados. Al final, alguna escena que nos recuerda a Días extraños; por mucho que se base en ella, Soylent green (Cuando el destino nos alcance) se toma importantes licencias y camina otras sendas; alguna premisa de partida en común con Todos sobre Zanzíbar, pero desarrollos distintos por completo.