-Más desarrollos de la trama sobre una humanidad en
decadencia.-
Lo que nos cuenta. En el libro Mundos aparte (publicación original: Worlds Apart, 1983), Marianne O´Hara sale de la Tierra en el último momento
antes de que los misiles empiecen a caer y llega a Nueva Nueva York, en cuya
estructura orbital se juntarán muchos supervivientes, haciendo algo incómoda la
vida en la colonia satélite. Tras pasar un tiempo en cuarentena para evitar
riesgos con el virus Koralatov, es reclutada para una misión que trata de
evitar que un grupo de supervivientes malintencionados envíe desde la Tierra
una bomba de hidrógeno contra la colonia. Novela
también conocida como Mundos distantes y segundo libro de la Trilogía de los mundos.
Mi opinión. Continuación de la trilogía allí donde la
dejó el primer volumen, aunque puede leerse de forma individual, ágil a pesar de intercalar entre los desarrollos de la propia trama otros que más
bien son puro aporte al trasfondo general, con momentos Hard, pero pocos y “suaves”,
una protagonista agradable que sigue siendo una herramienta para contarnos
un futuro poco prometedor aunque sin duda positivista dentro de su dureza y que, a diferencia
del primer libro, tiene que compartir protagonismo con alguien a quien no
debemos señalar por aquello de los spoilers,
de ritmo suficiente, más atractiva en el escenario terrestre y bastante
entretenida de leer.
Destacado. El primer empleo que recibe O'Hara al
volver a Nueva Nueva York.
Potenciales Evocados. De fondo, y en algunos momentos,
lazos en común con muchos trabajos Z en los que lo más peligroso no es el
entorno o la amenaza común sino el comportamiento singular de los individuos;
desde la concepción general, cada vez más Robert A. Heinlein (con momentos William Golding) y
menos Isaac Asimov (con momentos de Barbagrís, pero al revés por completo).