Género. Ciencia ficción.
Lo que nos cuenta. En el libro Atrapados en la Prehistoria (publicación original: Bones of the Earth, 2002), el paleontólogo Richard Leyster es tentado con una
oferta laboral poco concreta y misteriosa que tiene la intención de rechazar, pero el hecho de que su entrevistador le acabe dejando la cabeza
de un cadáver de dinosaurio real, para que haga la autopsia, lo hace decidirse sin dudarlo. Y cuando descubra que el viaje en el tiempo es posible, no podrá
esperar para hacer exploraciones de campo por sí mismo. Pero ciertas personas,
que rechazan el darwinismo y abrazan el creacionismo, están dispuestas a
cualquier cosa por sus creencias.
Mi opinión. Novela que maneja conceptos poco comunes
para trabajos que usan el viaje en el tiempo en su trama o, mejor dicho, conceptos que, por lo general, se evitan a toda costa, de ritmo algo lastrado,
compleja en su línea de sucesos (más de lo habitual en una novela sobre
desplazamientos temporales), con una pregunta que permanece en la mente del lector
(¿por qué la prehistoria y los dinosaurios?) y que parece que el escritor nunca
se hizo (parece, solo parece…), que mezcla lo “no real” con aquello que sabemos de nuestro Mesozoico
con mucha sutileza, extraña por momentos y variable en su temperatura de
sensaciones ofrecidas y generadas, incluso también en sus tendencias narrativas
(sobresaliendo el interés irredento del autor por ofrecer, de la mano de los
personajes, claro, teoría tras teoría tras teoría tras teoría y ad nauseam), de
personajes extraños funcionales y, a grandes rasgos, una curiosidad tal
vez a descubrir por los amantes de la ciencia ficción con espaldas anchas (no
he dicho buenas tragaderas, que conste) y exploradores del género.
Destacado. El cariño y el respeto por la investigación
y el conocimiento que emana la novela.
Potenciales Evocados. Una mezcla muy
particular de El fin de la eternidad, con un manejo poco común de las
paradojas, y atmósferas de Parque Jurásico, sin la parte de thriller, más una o dos gotitas de Evolución, de verdad, y que a ratos
parece escrita por Christopher Priest.