Género. Novela.
Lo que nos cuenta. En el libro Pigmeo (publicación original: Pygmy, 2009) conocemos al agente número 67, uno de los muchachos
orientales que forma parte de un complot terrorista orquestado por una nación
extranjera contra los Estados Unidos de América, la Operación Estrago, y que
llega al país para vivir bajo el techo de una familia norteamericana que lo apodará Pigmeo. Su entrenamiento incluye toda clase de formación en
armas, explosivos, combate cuerpo a cuerpo y un adoctrinamiento férreo sobre el
nido de serpientes y cubil de corrupción que son los EEUU, pero en realidad no
está preparado por completo para lo que el país ofrece y tendrá que improvisar
para no sentirse absorbido por su decadente cultura y tener éxito en su
misión.
Mi opinión. Entretenida novela de ritmo muy alto,
miles de bromas con distintos tonos y colores de humor (por lo general, muy lejos del blanco), que a cierto
punto puede pecar de repetitiva o de ofrecer variaciones sostenidas sobre el
mismo tema, bastante alocada por momentos incluso para el autor (desde el punto de vista de las peripecias en la trama), que recurre
con demasiada frecuencia al “chapoteo” y lo chabacano si tenemos en cuenta
sobre lo que habla, divertida, llena de citas reales tan terroríficas como
apropiadas, crítica, pero limitada porque subyace la impresión (al menos para
mí, estimados lectores) de que se termina recurriendo a la visión de bueno-sí-esta-sociedad-tiene-muchos-fallos-pero-es-lo-mejor-que-ha-logrado-el-mundo-y-al-final-atrapa-a-todos,
con estilismos y recursos de Palahniuk ya conocidos por todas partes, que tal
vez hubiese sido más exitosa en lo literario si se hubiese recortado en páginas,
con aires de cómic por momentos y que sirve para pasar un buen rato más que
para reflexionar en profundidad, por desgracia.
Destacado. El autor es muy reconocible en el formato y
su manejo, pero su fondo es mucho más delgado (y obvio) de lo habitual.
Potenciales Evocados. Los equívocos
de La tesis de Nancy y los descontroles de El guateque desde
perspectivas mucho más sarcásticas y contemporáneas, manejado con espacios para
la sátira de las obras de espías, las de artes marciales orientales, de la
propia sociedad estadounidense e incluso, con más seriedad oculta entre los
otros miles de chistes, de cierta sociedad totalitaria oriental.