Género. Narrativa fantástica.
Lo que nos cuenta. En el libro 13 balas (publicación original: 13 Bullets, 2007) conocemos al Agente Especial Jameson Arkeley, quien terminó con la
amenaza de los vampiros a finales de 1983 en una acción que casi le cuesta la
vida y le dejó secuelas. Veinte años más tarde, y en un inocente control de
tráfico en la Pensilvania rural, se encuentran pruebas de que los vampiros
siguen activos. Arkeley hará pareja con una de los agentes de tráfico
implicados en el incidente, Laura Caxton, quien irá descubriendo muchas cosas de
los peligrosísimos antagonistas, como por ejemplo que el gobierno tiene bajo
custodia a uno de ellos desde hace un par de décadas. Primer libro de la saga Vampire Tales.
Mi opinión. Novela de ritmo medio, pero aceleradísima
cuando muestra la acción (con bastante frecuencia, por cierto), de trama lineal
con algunas ramificaciones cortas y que vuelven al tronco central, escrito con
ese estilo tan funcional del autor que tantas sensaciones encontradas genera, que
parece género Z cuando de combate con siervos se trata, que está al límite de
abusar del deus ex machina, con
detalles aquí y allá tan extraños como logrados al encajarlos en la trama, rápida
de leer y, a grandes rasgos, entretenida.
Destacado. Un giro de tuerca de la trama, no por
original en realidad, sino por cómo juega con el lector por estar ahí en medio, expuesto con claridad, pero no verse con facilidad por muy obvio que sea (al menos a mí
me pasó eso. Pero igual era evidente por completo y soy yo, que me hago mayor, quien no se
entera de nada).
Potenciales Evocados. Un capitulo
largo de Expediente X con mucha acción y violencia explícita, un Malder algo
crepuscular y de gatillo certero, una Scully algo perdida y gay, más unos
vampiros que parecen salidos de 30 días de noche y que usan unos siervos de
características peculiares; desde el escritor, mucho menos alocado en cuanto a
trasfondo y libertades creativas que su trilogía Zombies.