viernes, 10 de octubre de 2014

JOB: UNA COMEDIA DE JUSTICIA. Robert A. Heinlein

-Con la excusa de las realidades paralelas, crítica de muchas cosas.-

Portada del libro Job: una comedia de justicia, de Robert A. Heinlein
Edición en español (1986)
Género. Ciencia ficción (con mucho de Narrativa fantástica).

Lo que nos cuenta. En el libro Job: una comedia de justicia (publicación oróiginal: Job. A Comedy of Justice, 1984), y durante una excursión en crucero por la Polinesia, Alexander Hergensheimer, predicador protestante ordenado en los Hermanos del Apocalipsis de la Iglesia Cristiana de la Única Verdad, se desmaya mientras atraviesa con los pies descalzos una zona de fuego tal y como hacen los indígenas locales. Cuando se recupera, descubrirá que ahora se llama Alec Graham y que el mundo en el que está no es igual que el que conocía por su historia y por sus adelantos tecnológicos. Pero una serie de acontecimientos catastróficos hacen que, acompañado de una mujer llamada Margrethe, vaya conociendo otras realidades con diferentes peculiaridades mientras empieza a sentir que fuerzas más allá de su control, divinas para ser exactos, están detrás de todo y que es posible que el Fin de los Días esté cerca.

Mi opinión. Novela que, con la excusa de las realidades paralelas y las alternativas, busca maneras imaginativas (aunque no siempre las encuentra) de reírse de las creencias religiosas (cuando no burlarse de ellas de manera directa), entre los libros más logrados de Heinlein en cuanto al humor (que, aunque intentaba trabajarlo con relativa frecuencia, nunca fue su fuerte, asumámoslo) y ofrece una cara del autor bastante diferente a la más conocida ya que, mediante escenas de la trama y diálogos de los personajes, nos presenta una tolerancia inesperada con según qué temas y una intolerancia tan férrea como hostil, desde el chiste, contra lo más conservador o reaccionario, con personajes ad hoc que no tienen vida propia fuera de la trama, que repite demasiado un esquema con ciertas pequeñas variaciones, más extrema cuanto más se acerca al final, entretenida de una extraña manera y que, sin ser un mal libro, no está entre lo más representativo y destacado del escritor.

Destacado. Momentos de la burocracia celestial y cierto cartel de biblioteca.

Potenciales Evocados. Momentos de American Gods (sí, de verdad) escritos por un Pratchett contenido, con otros de Las sucias calles del cielo, en concreto los del Cielo, pero de la mano de un Christopher Moore sedado y con algo de Quantum Leap, cambiando el universo y no el cuerpo al que llega la personalidad del protagonista.

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