Género. Ciencia ficción.
Lo que nos cuenta. En libro Ypsilon Minus (publicación original: Ypsilon Minus, 1976), Benedikt Herman, más conocido como Ben, es un anodino investigador que ante su
ordenador examina perfiles individuales basándose en informes médicos, tests y
otra clase de datos, con una monótona vida gris. Hoy trabaja en un perfil que
podría ser Y-, el perteneciente a la peor clase de degenerados que ve esta
sociedad y que ameritan su eliminación.
Mi opinión. Novela
de género no muy famosa que decide trabajar la distopía con clara y palpable intencionalidad
sociopolítica (como debe ser en las distopías más serias ¿no?), que intercala
informes, estudios y otros ensayos entre los capítulos de la trama para tanto
ofrecer información extra del trasfondo como para sugerir reflexiones e ideas
en el lector desde las líneas de pensamiento inquietantes del liderazgo de la sociedad retratada, que por
lo que recuerdo está entre la pioneras en mostrar el análisis informático de diferentes valores
para el control de los individuos, con ritmos y tonos suaves, sin estridencias, agradable
de leer, con aires resignados y lángidos, que trabaja sobre el concepto de que no hay mejor cárcel que aquella
en la que el preso ni ve ni siente los barrotes, a la que el tiempo no ha
afectado demasiado y que puede ser una obra a descubrir para aquellos que no la
hayan leído y gusten de este tipo de ejercicios de ciencia ficción.
Destacado. Por un lado, la portada, que no tiene nada
que ver con el texto; por otro, la introducción, al menos de la edición que yo
poseo, poco acertada y al borde de la apología de ciertas cosas nada buenas.
Potenciales Evocados. Una mezcla de 1984 y Un mundo feliz escrita por el Philip K. Dick menos alucinógeno, pero más conspiratorio
y volcado en su búsqueda de la respuesta a qué es real y qué no lo es.