-Entre rarezas e intrascendencias, algunos quilates.-
Lo que nos cuenta. El libro Ciencia ficción 9 (publicación original: 1973) es una antología de trabajos cortos de ciencia ficción con aproximaciones a sociedades o costumbres
chocantes y que pueden criticar las nuestras como hilo conductor (aunque no
férreo), que nos llevan desde una leyenda sobre lo sucedido en la Atlántida
hasta una división en clanes sociolaborales, pasando por un centro que prepara
a las muchachitas para un momento muy especial o por los eventos que llevaron a
la creación de la Tierra, entre otros temas.
Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.
- La grieta en el escudo (Arthur Sellings, 1967): trabajo de
aires anticuados y con algún concepto que pudo derivar más tarde en Leyes de mercado, pero desde perspectivas más defensivas que ofensivas.
- El azul más profundo
del mundo (S. Dorman, 1964): aproximación sensible a conceptos
distópicos, muy agradable de leer sin ser redonda.
- Las veladas feministas de la Atlántida (Booth Tarkington, 1967): agradable trabajo, sobrio, elegante, cuidado e interesante, que maneja la
ironía muy bien y que podría ser una versión masculina de temáticas recurrentes
en Doris Lessing.
- Gente afortunada (Chet Arthur, 1967): relato incómodo que
acierta en su decisión de ofrecer reflexiones desde lo indirecto y que no ha
envejecido ni un ápice, ni en forma ni en fondo.
- El círculo interior (Fritz Leiber, 1967): otro relato
incómodo, que más parece de Harlan Ellison que de Leiber, con momentos que bordean el
surrealismo, pero que deja un sabor muy real en el lector.
- Planeta según presupuesto (Robert Sheckley, 1968): otro
ejercicio de sarcástica sorna del autor, divertido (pero malévolo) y que puede
hacer pensar, desde otro ángulo, en el vigésimo viaje de Ijon Tichy.
- El huevo de glak (Harvey Jacobs, 1968): trabajo entre lo
surrealista y la tomadura de pelo, con un tratamiento de lo sexual tan
insinuado como atrevido para la época.
- La sacerdotisa escarlata de la Luna Loca (Leigh Brackett,
1964): relato que hace pensar en unas Crónicas marcianas más venéreas y
psicoactivas, también al borde de lo
picantón sin que llame la atención por ninguna otra cosa.