jueves, 5 de septiembre de 2013

HORROR 2. LO MEJOR DEL TERROR CONTEMPORÁNEO. Varios autores

-Otro ejemplo de gustos y tendencias del género en su tiempo.- 

Portada del libro Horror 2. Lo mejor del terror contemporáneo, de varios autores
Edición 1993
Género. Relatos.

Lo que nos cuenta. El libro Horror 2. Lo mejor del terror contemporáneo (publicación original: 1986) es una antología de veintisiete relatos de terror con toques fantásticos de diferente naturaleza, de veinte autores diferentes ordenados por un objetivo orden alfabético, publicados en la conocida revista Twilight Zone a lo largo de los años, en general menos conseguido que el primer tomo de la serie, pero no en la singularidad de alguno de los trabajos, que tocan temas tan diversos como los problemas de un hombre que pasa desapercibido, las ventajas de otro al quien confunden con muchas personas, una interpretación moderna del purgatorio, reencarnaciones y amistades profesionales, el incidente de unos jóvenes en un lago, estaciones de pesaje para camiones con una aplicación algo diferente, una mascota de vertedero, una presencia perturbadora en muchos sentidos, un hombre simple con mucha suerte, un juguete inquietante en ambientes tensos, una caseta de feria muy especial, el destino de una pareja tras un naufragio, la búsqueda de las partes de un mapa, capacidades de regeneración de tejidos y miembros funcionando en dos sentidos, entre otros temas.

Mi opinión/Destacado/Potenciales evocados

      - El caballo balancín (Cezarija Abartis, 1984): trabajo intenso sobre las atmósferas familiares en las que viven los personajes, que incide en la inquietud por más que llegue a la supuesta acción directa.

      - La caseta siguiente (Ramsey Campbell, 1981): relato de formas y fondo clásicos, previsible dentro de un orden, que también prefiere jugar con la inquietud.

      - Otra vez (Ramsey Campbell, 1981): curiosa reinterpretación de conceptos universales en el género llevándolos por caminos (y realidades) modernas y chocantes, pero gratas.

      - Estación de pesaje (Robert Crais, 1982): otro relato más de esta antología que prefiere trabajar atmósferas y ambientes más que la definición de la propia trama, de ritmo alto.

      - La historia de Harry (Robert H. Curtis, 1983): visión, estilo Algernon pretratamiento, de la vida del protagonista desde su propia óptica (bastante diferente a la del lector), con algo de humor negro, previsible desde lo encantador.

      - Carrusel (Thomas M. Disch, 1981): previsible (hasta cierto punto nada más) desarrollo de la trama que enlaza conceptos fantásticos con algunos de los contras de la vida profesional moderna.

      - Groucho (Ron Goulart, 1981): humor negro, critica del mundo del guion, ritmo rapidísimo y risitas culpables.

      - La voz en la noche (William Hope Hodgson, 1907): conocido relato de atmósferas góticas marítimas y tan “lovecraftiano” en las formas que se espera que en cualquier momento salgan tentáculos.

      - Cambio en el mar (George Clayton Johnson, 1981): a medio camino entre el pulp y el terror, con humor al fondo sin ser negro, rápido y conseguido por extraño que sea.

      - Todos nos estamos muriendo (George Clayton Johnson, 1961): rápido, logrado, algo moralizante sospecho, original en su momento que no ahora.

      - La balsa (Stephen King, 1982): conocidísimo relato de King, muy logrado en todos los aspectos, entre los que destaca la angustia del protagonista a su pesar.

      - El quinto fragmento. Un relato de John Swithen (Stephen King, 1972): relato de la época más temprana del autor, con tonos y ecos de otro género, potente en forma y ritmo, interesante aunque toque la temática de forma muy particular.

      - Escuchen (Joe R. Lansdale, 1983): chiste conocido por casi todos, extendido un poco hasta formar un relato pero que, de todas formas, se ve venir.

      - El vertedero de basuras (Joe R. Lansdale, 1981): trabajo bien contado, que mezcla con acierto la exposición con la conversación, con más peso para el efecto que para el ambiente.

      - Descripción de ciertas extrañas perturbaciones que se produjeron en Aungier Street (J. Sheridan Le Fanu, 1851): clásico de estructura gótica en fondo y forma que, más allá del tema concreto que toque, genera la sensación de déjà vu al lector de principio a fin.

      - Los visitantes de otoño (Frank Belknap Long, 1982): más cercano a la ciencia ficción o incluso a la fantasía, es un trabajo breve que incide con éxito sobre varios tipos de emociones maduras.

      - Un fragmento de la realidad (Chris Massie, 1980): con ecos góticos resonando, trama previsible con varios clichés conocidos aunque rápida de leer.

      - La sábana a los pies de la cama (Ardath Mayhar, 1983): revisión de mito infantil (y no tan infantil…) universal, sencillo y corto.

      - Ébano absoluto (Felice Picano, 1981): pieza previsible y más larga de lo habitual en esta recopilación, que inevitablemente nos lleva a pensar en una mezcla extraña de El modelo de Pickman, La música de Erich Zann y casi Blob.

      - La ciénaga (Robert Sheckley, 1981): corto, potente, desagradable, conseguido.

      - Tres cuentos aleccionadores. El deseo. El hombre que amó. La mano que ayuda (Robert Sheckley, 1981): tres relatos unidos por un humor negro de diferentes tintes costumbristas, muy breves y agradables de leer.

      - No es nuestro hermano (Robert Silverberg, 1982): trabajo que despierta las sensaciones habituales en la producción del autor, que no desentonaría en Día de muertos, muy bien trabajado en formas y documentación.

      - El río Estigia fluye corriente arriba (Dan Simmons, 1982): trabajo que también despierta las sensaciones habituales de la producción del autor, pero más las de esa época en concreto, muy bien escrito, que prefiere incidir en la inquietud sobre lo intuido que sobre los efectos.

      - La esposa del general (Peter Straub, 1982): el último de los relatos de esta antología que evoca en el lector los trabajos más conocidos de su autor en esa época tan importante para él y su obra, cuando ambos estaban en la cumbre, que se aleja del costumbrismo social en esta ocasión para acercarse al de las parejas, sencillo en cuanto a la trama pero muy bien engalanado.

      - La coartada de un amante (Chet Williamson, 1982): remate de la antología con un trabajo breve, potente desde los sentimientos que genera, los que enseña de los personajes y los que toca en el lector, que aunque se espera parte de lo que va ocurrir no se ve venir la manera concreta en que lo hace.

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