martes, 15 de julio de 2014

CISMATRIX. Bruce Sterling

-Innovador en su momento, pero pocos se dieron cuenta.-

Género. Ciencia ficción.
Portada del libro Cismatrix, de Bruce Sterling
Edición en español (2005)

Lo que nos cuenta. En el libro Cismatrix (publicación original: Schismatrix, 1985) conocemos a Abelard Lindsay, un formista (o formador en otras ediciones) desterrado a la Luna donde, de manera inmediata, debe usar su ingenio y su “formación” (nunca mejor dicho) en diplomacia para encontrar tanto la forma de sobrevivir en la tensa sociedad de Zaibatsu Popular Circunlunar de Mare Tranquilitatis  como la forma de luchar por aquello en lo que cree, muy distinto de lo que la facción mecanista (o mecanicista en otras ediciones) propone.

Mi opinión. Novela atiborrada de ideas y conceptos en su mayoría novedosos o al menos poco usados en aquel entonces, que creó escuela no de inmediato, sino años después, al tratar de una manera poco ortodoxa (o especial, lo que prefieran) una mezcla de poshumanismo y Space Opera con reflexión indirecta que tardó tiempo en asentarse en la mente de los lectores de género (y de varios escritores), de ritmo constante, con unos personajes tan extraños como atractivos que se desenvuelven en ambientes y escenarios futuristas, depresivos y muy imaginativos (en su tiempo, insisto) y a la que el paso del tiempo ha hecho algo de daño en el aspecto narrativo, pero la ha colocado en la posición de referente de un estilo y unos desarrollos de la ciencia ficción que se mereció desde el principio sin conseguirlo.

Destacado. Cuando se editó, original en casi todo desde la perspectiva global del concepto.

Potenciales Evocados. Accelerando sin la parte de saga familiar, con toques Alastair Reynolds e incluso Iain M. Banks sin su seriedad, con momentos de El ladrón cuántico sangrientos y duros mientras se aleja de la oscura y amenazadora propuesta Formadora/Mecanicista de la primera parte de Crystal Express y se acerca por momentos, en lo estilístico, a El chico artificial.

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