-Desde las ideas, abrumador y original para su tiempo.-
Lo que nos cuenta. El libro La persistencia de la visión (publicación original: The Persistence of Vision, 1978) ofrece seis relatos de ciencia ficción, escritos entre 1975 y 1978, todos publicados previamente en dos
conocidas revistas de género y uno de ellos multipremiado, con tres relatos
menos que la edición original (vaya usted a saber la razón), que tratan temas tan dispares como los efectos
de determinados tipos de música a través de la tecnología, las consecuencias de
un accidente en una colonia en Marte, el manejo de un incidente por el cual la
consciencia de un hombre queda separada de su cuerpo, la vida en una comunidad
de ciegos, mudos y sordos, la búsqueda de unas extrañas joyas minerales de
sorprendentes propiedades y otro incidente entre consciencias de un mismo individuo. Libro también conocido como En el salón de los reyes marcianos.
Mi opinión. Interesante trabajo desde los llamativos conceptos
de base que ofrece para el desarrollo de los diferentes relatos, escritos con
una más que destacada solvencia técnica, lastrado por unas tendencias generales
que podríamos denominar Post New Wave
en el manejo de sus destacados conceptos y que ahora no resultan demasiado
actuales e, incluso, hasta pudiendo llegar a ensombrecer lo innovador, avant-garde y/o apenas trillado para aquel entonces respecto a los contenidos de sus páginas, que a pesar de ofrecer relatos independientes vemos un tema
de fondo recurrente (ver “Destacado”, un poco más abajo) y otros varios comunes entre algunos relatos (percepción, conciencia, expresiones artísticas, por ejemplo),
que maneja asuntos polémicos con sensibilidad proponiendo
reflexiones de alcance por incómodas que puedan llegar a ser, agradable de leer
e importante a la hora de entender parte de las evoluciones de la
ciencia ficción no mucho después de su publicación y que, en varios casos, son
muy actuales.
Destacado. La sexualidad (no siempre humana, hablando en sentido estricto), presente o latente, al frente o al fondo, directa o indirecta, pero
ahí en todo momento.
Potenciales Evocados. Bastante propio, aunque recibe
de unos y ofrece a otros, porque podemos ver cosas que pudieron inspirar a
Greg Egan, Bruce Sterling, Richard Morgan, Kim Stanley Robinson y Ian Watson, entre muchos otros, pero también
vemos, desde otras perspectivas y con otros aires, a Stanley G. Weinbaum, Robert A. Heinlein (homenajeado
de forma directa, si prestan atención), Frederik Pohl e incluso a Philip Jose Farmer, por citar sólo
algunos nombres.