-Lo más Pulp, a mi modo de ver, que ofreció el autor
en toda su carrera.-
Género. Ciencia ficción.
Lo que nos cuenta. En el libro El número de la bestia (publicación original: The Number of the Beast, 1980), Zebadiah
J. Carter acaba en brazos de una joven y fascinante muchacha conocida como
Deety cuando ésta lo confunde con su primo, cuya especialidad universitaria es
del interés del padre de Deety, sumergido por completo en una investigación
práctica del viaje entre universos y tiempos.
Mi opinión. Novela de ritmo alocado, tanto como buena
parte de su trama que, a pesar de ser narrada desde diferentes puntos de vista
que se van alternando, en realidad suena igual en todos ellos, aunque es algo
normal en realidad porque unos personajes parecen la versión femenina (o
anciana, o lo que sea) de otros, con vistazos a ucronías o universos paralelos
que parecen interesantes, pero resultan vistos y no vistos, con la aparición
estelar de Lazarus Long (el que faltaba…) gracias a decisiones de la trama que,
si nos paramos a pensar, son totalmente naturales (o al menos, consecuentes), de
humor discutible (si realmente se le puede llamar siempre así), una concepción encantadora desde lo masculino (y apropiada) de las mujeres en general, en la que
se podrían encontrar algunas reflexiones indirectas sobre temas
importantes (pero tienen que querer hacerlo con muchas ganas y superar el
aluvión de locuras, intrascendencias y desmadres varios que pueblan sus
páginas).
Destacado. Si alguien se aproxima a Heinlein por
primera vez a través de este libro va a tener unas sensaciones que no son las
de Heinlein.
Potenciales Evocados. Lo crean o no,
una mezcla de Los héroes del tiempo y Los agentes del destino, pero en
versión Pulp (la versión Heinlein,
claro) “swiftiano” y con cameos propios; las peripecias de Job: una comedia de justicia son nada comparadas con las de este libro.