-Más épica generalizada hasta parecer tan habitual como
común.-
Lo que nos cuenta. En el libro Las puertas de la casa de la muerte (publicación original: Deadhouse Gates, 2000), la emperatriz
Laseen ya lleva diez años en el poder pero no todos sus súbditos le son leales.
Mappo Runt acompaña a Icarium en su viaje en busca de respuestas. En Siete
Ciudades los insultos sociales y políticos soterrados contra la emperatriz y
sus representantes son continuos, un síntoma de que algo más serio se está
preparando. Hacía allí van antiguos miembros de los Abrasapuentes, ahora en
contra de la emperatriz. Segundo libro de la serie Malaz: El libro de los caídos.
Mi opinión. Continuación de la
larguísima serie en la que aunque el autor trata de centrarse un poco más (y lo
consigue) el resultado todavía es bastante confuso, plagado de personajes interesantes en
situaciones emocionantes y “visualmente” atractivas pero cuya línea de
continuidad está en entredicho, que sigue dejando sin respuesta una enorme
cantidad de preguntas que sólo el escritor propone, cada vez más entretenido, de
ritmo irregular pero tendencia a lo rápido, discutible en cuanto a lo técnico, que sigue
basándose en las atmósferas en las que se mueven los personajes cuyos motivos
no siempre se conocen (y puede que ni existan, sospecho) y al lector le “mueven
el tapete” todo el tiempo, que transcurre en un mundo cuyo trasfondo se intuye
espectacular pero no acaba de presentarse como un “todo”, más disperso que
complicado y sin duda con estilo más que propio.
Destacado. Cada vez más ambicioso,
cada vez más personajes, cada vez más poderosos.
Potenciales evocados. Trabajo muy
personal que mezcla a un Cook mucho más fantástico, a un Moorcock más realista,
a un Burst menos humorístico, al Sanderson de El camino de los reyes y puede
que más imaginativo incluso, pero con menos estilo y peor narrador, e incluso a
Hoffman pero más disperso; módulo de rol narrativo llevando el trabajo de
Hickman y Weis a las tendencias del nuevo siglo desde una óptica propia.