-¿Basta, en general, con arropar desde lo narrativo una
idea sencilla para hacer novela de horror?.-
Edición en español (2002) |
Género. Novela.
Lo que nos cuenta. En el libro Silencio (publicación original: Silent Children, 2000), Hector Woollie es un responsable de reformas que esconde los cadáveres de los niños
a quienes mata en aquellos domicilios donde es contratado para
trabajar, pero que muere ahogado tras ser descubierto por un empleado al que
enfrenta en una balsa. La última casa que Woollie usó como improvisado camposanto pertenece
a una mujer, Leslie, divorciada, con un hijo adolescente que parece ir por el
mal camino y que no consigue llevarse bien con su pequeña hermanastra infantil y perversa. Leslie decide alquilar una habitación a un escritor muy interesado
en realizar una obra sobre Woollie y sus asesinatos.
Mi opinión. Novela que padece de sobrepeso y
previsibilidad (excepto un detallito concreto, pero solo sugerido, inquietante y
logrado de verdad), que trata de estirar una idea sencilla intentando que los diferentes
conflictos personales de los protagonistas sirvan para arropar la trama sin
conseguir más que generar indiferencia en el lector, puede que tedio y quizás
hasta rechazo por el engorde artificial, que en realidad no es que no esté mal realizado sino que no funciona (al menos en mi opinión) con éxito
global en la novela (porque en realidad sí que sirve para que conozcamos más a
los personajes, aunque no quisiéramos en realidad ni sea necesario al final), de
ritmo lento e interés relativo.
Destacado. Mi respuesta a mi propia pregunta del titular de
esta reseña: “No”.
Potenciales Evocados. El hermano no sobrenatural y
algo vagabundo de Charles Manx que se da un paseo por Silencio en el parque para echar un vistazo, un paseo que lo lleva lejos de lo más destacado entre la
producción de Campbell.