-Arriesgado desarrollo de los rumbos de la serie.-
Lo que nos cuenta.
En el libro El origen del mal (publicación original: The Source, 1989) y en los Urales, los soviéticos han tardado cinco años
en terminar el Perchorsk Projekt. Los satélites espías norteamericanos han
detectado el lugar, pero no conocen la naturaleza exacta del mismo. Michael J.
Simmons, alias Mijaíl Simonov, se ha infiltrado en la zona con labores de
reconocimiento de la instalación y conseguirá entrar en la misma, pero no en
las condiciones que había imaginado, descubriendo por las malas que la
Organización E (ahora conocida como Rama-E) está metida en el asunto y que la
instalación no es un arma, sino una puerta. Harry Keogh terminará teniendo
noticias del lugar, que llamará su atención. Tercer libro de la serie Crónicas necrománticas.
Mi opinión. Novela que, aunque sigue trabajando el
género de forma acorde a los dos libros anteriores mezclando vampirismo, operativos
con habilidades psi y Guerra fría, toma un nuevo camino hacia lo que podría
considerarse otro subgénero (que no precisaré mucho más por aquello de los spoilers y que, además, casi son dos en
realidad) que puede resultar chocante a tenor de lo propuesto por los
anteriores volúmenes de la saga, de muy buen ritmo con algunos vaivenes al
cambiar tanto escenarios como protagonistas y entretenidísimo si se “compra” el
sorpresivo y casi original nuevo rumbo.
Destacado. El riesgo que tomó Lumley con el giro de
la trama.
Potenciales Evocados. Una mezcla extraña de Las islas del infierno, Vampiro: Edad Oscura y casi de Stargate, con momentitos Declara.