-Catástrofe de origen humano y camino hacia el
apocalipsis.-
Lo que nos cuenta. En el libro Ill Wind. El viento que mata (publicación original: Ill Wind, 1995) y tras el naufragio de un gigantesco petrolero en la bahía de San Francisco, la
enorme marea negra que provoca tiene consecuencias biológicas, políticas y
sociales. La compañía responsable del barco decide usar una bacteria en pruebas
para eliminar la mayor parte de los hidrocarburos liberados en las aguas, pero
el alcance del microorganismo será mucho mayor de lo esperado por casi todos.
Mi opinión. Novela con muchos de los tics de los thrillers de su época, muy ambiciosa en
concepto para luego ofrecer unos resultados más normalitos y, por extraño que parezca, no globales,
de protagonismo coral y personajes arquetípicos y tópicos a más no poder en
estas lides (excepto uno, cuyas motivaciones en la trama son bastante
interesantes y apropiadas hasta niveles sorprendentes, por más que no dure mucho su
papel), que en lugar de exprimir partes del escenario que parecen dar mucho
juego se centra en los desarrollos más previsibles y en tramas secundarias de
dudosa trascendencia y extraña solución de continuidad, amén de pasar por alto
circunstancias que parecen importantes y que son obviadas de manera continua, de ritmo
bamboleante, más lograda en su primera parte que al sumergirse en los propios resultados
de la catástrofe, y entretenida en cierto modo desde la curiosidad del
escenario propuesto.
Destacado. Los títulos de los capítulos y los
homenajes variopintos que representan.
Potenciales Evocados. Una aproximación distinta a la
habitual al comienzo de un desastre de proporciones apocalípticas, más cerca de
Revolution que de la generalidad de los trabajos Z al respecto.