1179. En el marco general de las Cruzadas,
pero entre la Segunda y la Tercera, Batalla del Vado de Jacob entre
tropas cristianas del Reino de Jerusalén que pretendían fortificar dicho vado
para cruzar con comodidad el Jordán y las tropas de Saladino que, habiendo
intentado primero pagar al rey Balduino una gran cantidad para que abandonase
una idea tan ofensiva para el Islam, debieron intentarlo por la fuerza. A pesar
de comenzar muy bien para los cristianos, estos pierden las formaciones
persiguiendo a las tropas musulmanas que, consiguiendo reagruparse, dan la
vuelta y arrollan a los soldados de Balduino, cuyo reino quedará en una
posición comprometida.
1489. Al médico Bernardo Espinosa le encargan la investigación
“extraoficial” de un crimen: el asesinato de un muchacho judío que iba a
entregar un valioso relicario (El último judío, de Noah Gordon).
1514. Batalla de Chaldiran entre el
ejército safawí y el ejército otomano, con victoria aplastante de este último,
que marca el comienzo del camino del Imperio
Otomano hacia su apogeo al estar cada vez más cerca de terminar con el
dominio safawí en Anatolia y a tener una frontera con los reinos mamelucos de
Siria.
1592. Las tropas japonesas que hasta ahora
habían avanzado con comodidad por territorio coreano, contando todos sus
enfrentamientos por victorias claras, reciben un ataque chino en la recién
conquistada Pyongyang que, aunque repelido, deja muchísimas bajas. Es un
primer aviso.
1702. Comienza el asedio de Cádiz por
parte de tropas inglesas y holandesas en el Seno de la Guerra de Sucesión
Española.
1759. En el seno de la Guerra de los Siete
Años, Batalla de Kunersdorf entre cincuenta mil hombres del ejército
prusiano, aproximadamente, y una fuerza algo mayor de una alianza austro-rusa
que sufren un exitoso ataque prusiano por su flanco pero que lo contrarrestan
con la carga de la caballería que tenían en reserva que crea el caos en las
líneas prusianas, dándole la victoria absoluta a la coalición que, aunque con
bastantes bajas, destrozará el ejercito enemigo. Tras la carnicería, la toma de
prisioneros y la huída a la desbandada de los supervivientes, la fuerza
prusiana que vuelve a sus posiciones en la orilla oeste del Oder está compuesta
por escasos tres mil soldados.
1813. En el seno de las Guerras
Napoleónicas, Batalla de Grossbeeren entre fuerzas francesas camino
de Berlín, con orden de tomarla o destruirla si se resistían sus habitantes,
que se enfrentaron a una fuerza de prusianos bastante mayor (con el antiguo
oficial francés y ahora al servicio de Suecia, Bernadotte, entre sus filas) que
defendían sus hogares en muchos casos. Los franceses subestiman el tamaño del
ejército prusiano, avanzan sin precauciones y una tormenta crea problemas de
visión y movimiento, lo que es aprovechado por los prusianos para atacar y
destrozar las líneas francesas, que tienen que retirarse, perdiendo tres mil
hombres frente a mil de Prusia. Si bien la batalla no tuvo importancia estratégica,
sí que aumentó la fé de Prusia, que por fin ganaba una batalla a los franceses
desde que empezó la guerra.
1884. En el seno de la Guerra Sino-Francesa,
comienzo de la Batalla de Fuzhou en el puerto de Mawei, cercano a la
localidad que da nombre a la batalla, entre una flota china que
defiende el puerto y una flota francesa más pequeña que ataca la posición
enemiga.
1914. En el seno de la Primera
Guerra Mundial, Japon
declara la guerra a Alemania al no aceptar ésta la entrega de Qingdao y fuerzas
rusas alcanzan el centro de Prusia oriental, haciendo bastantes estragos en las
poblaciones que atraviesan.
1939. A última hora de la noche, firma del Pacto
Molotov-Ribbentrop en el Kremlin entre la Alemania de Hitler y la URSS de
Stalin, algo inaudito y antinatural desde el punto de vista ideológico
pero muy útil para ambos en la práctica. Se celebró con té, dulces, caviar,
emparedados y “generosas cantidades” de vodka, vinos rusos y champán de
Crimea. En la URSS de postguerra y hasta los años noventa, la existencia de dicho
pacto no se citaba en los libros de texto.
1942. En el seno de la Segunda
Guerra Mundial, comienza la Batalla de Stalingrado con bombardeos
aéreos alemanes sobre la ciudad con seiscientos aparatos y la llegada a los suburbios
del norte de la ciudad de algunas unidades alemanas de vanguardia de la 16ª
División Panzer. Las órdenes de la Luftwaffe son atacar todo, no
solo objetivos industriales, siendo este el ataque aéreo alemán más
concentrado en el Ostfront. La caída de la ciudad se esperaba para el
día siguiente. Mientras, en Izbushensky, seiscientos soldados italianos
de la Caballería de Saboya cargan a caballo contra dos mil rusos con morteros y
ametralladoras, poniéndolos en fuga. Según los registros, será la última carga
de caballería exitosa en la guerra.
1943. En el seno de la Segunda
Guerra Mundial, fin de la Cuarta Batalla de Járkov con la
reconquista definitiva de la ciudad por parte de la URSS y dejando Ucrania como
un fruto maduro para la recolección.
1944. En el seno de la Segunda
Guerra Mundial, el rey de Rumanía destituye a su primer ministro
pronazi, ordena el cese de los enfrentamientos con los aliados y acepta las
duras condiciones del armisticio que se le habían propuesto semanas antes. En
dos días, Rumanía le declarará la guerra a Alemania. Mientras, transmisión
de las órdenes de Hitler sobre París con destino a los responsables
alemanes de la capital de Francia, en la que consideraba la ciudad como
prioritaría en los planes bélicos y políticos de Alemania, se ordenaba defenderla
a toda costa, aplastar cualquier intento de sublevación y, además, que “(…) París
no debe caer en manos del enemigo o, por lo menos, el enemigo no debe encontrar
más que un montón de ruinas”.
1945. En el seno de la Segunda
Guerra Mundial, la campaña soviética en Manchuria concluye con
aplastante éxito del Ejército Rojo que, con apenas ocho mil muertos y veintidós
mil heridos (algo muy diferente a lo habitual en la guerra hasta ahora), han
derrotado a los japoneses sin paliativos causándoles más de seiscientas
cincuenta mil bajas entre muertos, heridos y prisioneros.
1991. Tras el minigolpe de estado sufrido por
Gorbachov, finalizado el día anterior, Boris Yeltsin declara ilegal el
Partido Comunista en Rusia, aumentando la velocidad de caída de las fichas de
dominó que llevarán a la dimisión de Gorbachov y, al final, a la desaparición
formal de la URSS al final del año.