-Épica tan generalizada que hasta parece algo
común.-
Edición en español (2009) |
Género. Narrativa fantástica.
Lo que nos cuenta. En el libro Los
jardines de la luna (publicación original: Gardens of the Moon,
1999), un niño de la nobleza llamado Ganoes Paran es testigo lejano de unos
disturbios en Malaz, la capital del imperio, y manifiesta su deseo de seguir la
carrera militar. Siete años después, el niño se ha convertido en teniente y
forma parte de las fuerzas de la Emperatriz Laseen, que lleva siete años en el
cargo y que ha puesto sus ojos sobre la última ciudad libre fuera de su
control, Darujhistan. Pero son varias las facciones que se oponen a la
Emperatriz. Libro también conocido como El último puente y primer
volumen de los diez que componen la serie Malaz: El libro de los caídos.
Mi opinión. Libro más confuso que difícil, escrito con mucha
imaginación pero con naturaleza “rolera”, que abusa de las preguntas sin
respuesta más que de los misterios y también de lo intrascendente por el mero
hecho de quedar bonito, con personajes a cuál más épico y misterioso pero en
general bien planteados y reconocibles a niveles suficientes, de trama
entretenida sin la menor duda e interesante de verdad pero narrada de manera
farragosa, de mejorable edición, de ritmo intermitente pero rapidísimo por lo
general, que trabaja más y mejor las atmósferas y los personajes que los
diálogos y las descripciones y, sobre todo, nada más que una carta de
presentación de todo lo que el autor quiere compartir con los lectores.
Destacado. Los personajes menos épicos y poderosos están
mucho más cuidados que el resto, hablando desde el punto de vista narrativo.
Potenciales evocados. Cóctel espeso del Glen Cook
más fantástico, Michael Moorcock más realista, George R. R. Martin peor narrador, Robert E. Howard con más
visión, Steven Brust menos humorístico, Garay Gygax más torvo e imaginativo, el Brandon Sanderson de
El camino de los reyes con peor estilo y Paul Hoffman con las ideas más
claras; la labor de Tracy Hickman y Margaret Weis pero intentando adaptarse a lo que el autor
considera los gustos y tendencias más modernas de los aficionados al género.