martes, 27 de abril de 2021

LA CASA DEL CALLEJÓN. David Mitchell

-Otro plato atractivo que necesitó un poco más de cocción.-

Portada del libro La casa del callejón, de David Mitchell
Edición en español (2017)

Lo que nos cuenta. El libro La casa del callejón (publicación original: Slade House, 2015) nos presenta a Nathan Bishop, un muchacho dentro del espectro autista que acompaña a su madre, Rita, a visitar a una mujer de la nobleza inglesa que ofrece una velada musical en su casa de Londres a finales de los años setenta. La casa no es fácil de encontrar porque está en un callejón estrecho y poco transitado, pero el pequeño portón de metal negro que da acceso a la propiedad se abre a un enorme jardín y a una mansión que parecen fuera de lugar en ese sitio. Nathan y su madre quedarán atrapados allí, pero ni son los primeros ni serán los últimos en ser las presas de los extraños habitantes de Slade House.

Mi opinión. Novela que, desde una perspectiva global de la obra, va de más a menos porque crea una atmósfera interesante, casi agobiante en ciertos momentos, y muchas preguntas en el lector sobre lo que realmente ocurre, pero termina por repetirse a pesar de las variaciones sobre el mismo tema y ofrecer explicaciones que tal vez no colmen las expectativas a pesar de su sentido dentro de la trama.

Aunque también es cierto que, desde una perspectiva más parcial, ofrece retratos (…) bastante interesantes de los personajes que entran en Slade House porque combina los detalles de su trasfondo con decisiones narrativas muy apropiadas para cada uno de ellos a la hora de darles vida y entidad dentro de la obra. Por otro lado, juega de manera interesante con muchos tópicos relativos al tema de las casas encantadas y al horror en general porque, sin perder su esencia, los imbrica más en lo que nos cuenta y lo hace generando siempre el deseo de saber más sobre lo que ocurre (al menos, lo generó en este lector).

Destacado. Tres cosas interconectadas porque tienen lugar casi a la vez: la primera, que cuanto más explica sobre los gemelos Grayer, los habitantes de Slade House, más se pierde la conseguida “magia” de la narración; la segunda, la repetición del modus operandi de los Grayer, por mucho que cambie en el detalle concreto, daña el “engaño” al lector; la tercera, que el final no está a la altura de las expectativas generadas con independencia de que tenga sentido en la trama.

Potenciales Evocados. Una mezcla casi posmoderna, y narrada con mucha mano la mayoría del tiempo (lo que levanta mucho la sencillez de la historia de fondo hasta casi disimular esa circunstancia), de situaciones y conceptos de El resplandor, Otra vuelta de tuerca, Los vampiros de la mente o La maldición de Hill House; tiene alguna conexión en su trama con El atlas de las nubes, pero también diría que la obra se conecta con otro libro de Mitchell (que todavía no he leído) por otras referencias en sus páginas.

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