Lo que nos cuenta. En el libro Palabras radiantes (publicación original: Words of Radiance, 2014), Jasnah y Shallan parten en busca de respuestas en un
viaje que se vuelve muy peligroso, mientras iremos sabiendo más del pasado de
Shallan. Kaladin sigue en las Llanuras Quebradas y asciende a la guardia real, pero no se olvida de sus compañeros del Puente Cuatro, y Szeth-hijo-hijo-Vallano
sigue asesinando monarcas sin que nadie pueda detenerlo. Segundo volumen de la
saga La guerra de las tormentas (o, como han decidido llamarla ahora, El archivo de las tormentas).
Mi opinión. Novela que sigue la tónica de madurez en el tono del autor, dentro de la fantasía, al prescindir cada vez más de esos “aires joviales” tan
suyos, pero no de madurez narrativa porque el libro está atiborrado de
Clembuterol que engorda páginas, pero no siempre ni la propia trama ni el
devenir de personajes o eventos concretos más allá de contar cosas de una o de
los otros, de comienzo dubitativo y de buen ritmo después, con más y más de
esa imaginativa magia que suele ser el sello de identidad del escritor y, con
todo su lastre, un trabajo más que digno.
Destacado. La sensación que deja, tras su lectura, de
que se ha retenido de forma voluntaria un desarrollo más significativo de la
trama.
Potenciales Evocados. Por momentos,
una mezcla de Malaz (por la aparición de distintas razas e individuos a cual
más poderoso, con sus agendas propias y sin explicar en detalle casi nada al lector) y Dungeons &
Dragons (por lo de las peleas sin verdadera sensación de peligrosidad en la
mayoría de los casos, según quiénes sean los contrincantes y el grado de
importancia en la trama de sus personajes), con un toquecito de La espada infinita.