Género. Novela.
Lo que nos cuenta. En el libro El códice maya (publicación original: The Codex, 2003), los hermanos Broadbent (Tom, Philip y Vernon) se encuentran en la mansión
familiar tras haber sido convocados a una misteriosa reunión por su moribundo padre,
saqueador de tumbas y de restos arqueológicos en otros tiempos, para descubrir que
la enorme casa parece haber sido saqueada por completo y sus contenidos de
arte y antigüedades, valorados en varios cientos de millones de dólares, robados a
pesar de las fuertes medidas de seguridad. Pero una grabación de video con un
mensaje de Maxwell Broadbent les aclara el destino de la colección: su propia
tumba oculta en algún lugar al que solo podrán llegar colaborando entre ellos,
algo que en principio no resulta muy natural debido a las difíciles relaciones
entre los hermanos, quienes comenzarán a recorrer caminos diferentes. Pero ellos no
serán los únicos interesados en encontrar el lugar de reposo de su padre.
Mi opinión. Novela bastante rápida de leer, con
atmósferas sin peso en su prosa y recurriendo a diálogos ocurrentes en
bastantes ocasiones, aventurera hasta la médula (tanto como bidimensional), con
algo de sobrepeso, de personajes arquetípicos y con tendencia a la polarización
acusada, ligera y de alto ritmo, de apariencia coral indirecta y de
protagonista bastante claro, con un poquito de intriga, un poquito de amor, un
poquito de humor y un poquito de casi todo con el objeto de entretener a un
amplio espectro de potenciales lectores, casi consiguiéndolo.
Destacado. El tono, desenfadado y al borde del humor
en ocasiones.
Potenciales Evocados. Casi, exagerando un poco, una
mezcla de Smokin´ Aces, la última parte de Criptonomicón y En busca del arca perdida.