-Cuidado con lo que se desea porque se puede llegar a
conseguir.-
Lo que nos cuenta. El libro Simón Bolívar (publicación original: Simón Bolívar: A Life, 2006) es un concienzudo y académico repaso (no
exento de flemática ironía en algunos momentos) a la figura de Simón Bolívar, desde
su infancia en un entorno acomodado y próximo a la administración colonial
hasta su resignado final, pasando por la visita a Europa que tanto marcó su
personalidad pública y sus anhelos políticos, su camino hacia la revolución en Latinoamérica y
la revolución misma.
Mi opinión. Interesante trabajo, profundo en alcance, de
tonos muy serios y cualidades de libro de referencia actual, que repasa todos
los aspectos de la vida de Bolívar, pero de una forma que retiene la obvia
pasión del autor y sin tratar de suponer su personalidad o reflexiones internas,
refiriéndose siempre a palabras y hechos dejando sea el lector quien interprete
en ocasiones lo que hay detrás de una figura tan grande y con tantas controversias
propias y contradicciones (en algunos casos, nada más que evoluciones de su
visión, pero varias muy extremas), que trata con respeto al protagonista y
lo humaniza siempre que puede huyendo de altares o mazmorras para con su figura,
de estilo técnico directo sin decoraciones no demasiado atractivo (pero sí
muy funcional y exitoso en la tarea que emprende), muy ilustrativo sobre el
entorno que vivió, gozó y sufrió Bolívar de forma que también sabemos bastante
sobre otras figuras de la época que orbitaron entorno al protagonista en uno u
otro momento y, cosa bastante poco común cuando se habla del protagonista, un
libro interesado en que se vea en todo momento que la figura se corresponde con
todo lo que hizo y representó, no con una parte nada más por mucho que
algunos prefieran.
Destacado. Lo casi visionario de muchas de sus últimas
reflexiones sobre las consecuencias de todo lo que consiguió.
Potenciales Evocados. Salvando las distancias de
tiempo y entorno, hay muchos momentos Cayo Julio César (unos a su pesar, otros no),
por si este detalle les puede situar, estimados lectores, teñido de un “gatopardismo
lampedusiano” intenso, fíjense bien.