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| Edición en español (2003) |
Género. Ciencia ficción (como
excusa, no como motor).
Lo que nos cuenta. El libro Vitales (publicación original: Vitals, 2001) nos presenta a Hal Cousins, un científico centrado en la investigación sobre cómo interrumpir los procesos de envejecimiento que consigue financiación para continuar su proyecto por parte de un multimillonario. La muerte de su hermano gemelo, que trabaja en la misma línea de estudio por caminos distintos, no es la única de científicos que trabajan en ese campo y será el comienzo del descenso de Hal hacia la locura, algo que parece inducido de alguna manera inexplicable.
Mi opinión. Novela de ritmo bamboleante construido mediante multitud de escenas y situaciones que, si bien tienen su sentido, tal vez podían haber sido menos o haber sido “reducidas”, de complejidad notable en su trama en cuanto a sus detalles concretos (aspecto reforzado por cambios de tiempo o perspectiva narrativa) y perfectamente comprensible desde la generalidad de la misma, imaginativa en cuanto a técnicas y mecanismos usados por los antagonistas, igual que las contramedidas correspondientes, repleta de giros y revueltas en el argumento, con pasajes que no desentonarían en absoluto en un trabajo de horror o terror tradicional, que va de menos a más en todos sus aspectos y sin el sentido de la maravilla que acompaña a la mayoría de la producción de Bear pero, sin duda, un trabajo en el que se reconoce su autoría.
Destacado. Lo inquietante (desagradable incluso) que llega ser la trama en más de una ocasión.
Potenciales Evocados. Una mezcla extraña de diferentes aspectos de Los vampiros de la mente (en cuanto al tipo de “horror” y de la influencia por parte de un totalitarismo histórico en la trama), La telaraña (por los complots y el uso de servicios de inteligencia con más de una intención) con un toque psicótico/conspirativo/obsesivo más que notable, como el de la película Wander; se puede ver algo de Música en la sangre, pero tomando derroteros muy diferentes.