martes, 13 de marzo de 2018

CALABAZAS EN EL TRASTERO: CASAS EMBRUJADAS. Varios autores



-Distintas aproximaciones a la temática con el horror, aunque mediante diferentes enfoques, como nexo común.-

Portada del libro Calabazas en el trastero: Casas encantadas, de varios autores 
Género. Relatos.


Lo que nos cuenta. El libro Calabazas en el trastero: Casas embrujadas (publicación original: 2017), con prólogo de Víctor Selles, ofrece trece relatos que se aproximan de distintas maneras al concepto de la casa embrujada, ya sean granjas aisladas, bloques enteros de apartamentos, pequeños pisos en el centro de la ciudad, apartamentos bajo gestión de inmobiliarias al servicio de bancos, sótanos en los que han sucedido cosas horribles, edificaciones abandonadas ocultas tras oscuros jardines, sanatorios mentales, mansiones familiares e incluso receptáculos de plástico para shows publicitarios, mobiliario con una historia detrás o casas totalmente inofensivas… Vigésimo tercer volumen de la veterana serie Calabazas en el trastero.


Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.


   - Casa ocupada (Javier Vivancos): relato molesto y agobiante (punto para el autor) desde el principio hasta el final, tanto en lo sobrenatural como en lo “profesional” de la trama, gracias a un estilo muy apropiado y ajustado a lo que cuenta.


  - Cláusula 21 (Sergio Moreno): experimentos psíquicos “a lo grande” y con acercamiento a la crítica socioeconómica de fondo (o eso intuye este lector), arropados por subtramas con menor potencia que la central.


   - No entres (Ricardo Cortés Pape): experiencias en la casa embrujada de la mano de su víctima, con aires de otros tiempos pero que se intentan actualizar en la forma.


   - La casa silente (Daniel Garrido Castro): la “anormalidad” de la “normalidad” (o al revés, la “normalidad” de la “anormalidad”; incluso ambas a la vez, de verdad) en una trama que da la vuelta a la perspectiva del tema y sus implicaciones.


  - Escritores (Andrés Díaz Sánchez): fantasma con deseo de inmortalidad literaria, ambición, horror y al final el destino de todos y todos…


  - Trozos (Jose Alberto Arias): Concepto interesante, potenciado por cómo se juega con él y por qué ha sucedido todo en realidad, de tonos suaves que resaltan más el horror del fondo por contraposición.


  - Cuento de hadas con ogro (Lisardo Suárez): visión infantil de una situación horrible de la que, a diferencia de la protagonista, el lector es consciente en todo momento.


  - Rescoldos (Erica Gómez Gris): trabajo con aires de otros tiempos, a los que incluso podría homenajear, bastante corto y directo al grano pero sin descuidar las atmósferas.


  - Hotel Carcosa (Salomé Guadalupe Ingelmo): otro homenaje a tiempos pasados del género y del tema, tanto en contenidos como en la forma, también cuidado en las atmósferas.


  - Cenobia (Iván Humanes): homenaje a Lovecraft directo, que indirectamente toca el tema de la convocatoria, crudo, tenso y dinámico.


  - Tentación (L.G. Morgan): relato triste, tanto en lo que cuenta de forma directa como mediante lo que, en mi opinión, termina por simbolizar.


  - La casa de los juguetes rotos (Víctor Villanueva Garrido): otro de los relatos que va más allá del tema de la convocatoria y lo usa para contar una historia distinta y dura, mucho.


 - La casa de plástico (Javier Lacomba Tamarit): escenario muy poco común, contenido de fondo imaginativo, de ritmo en ascenso y horror que llega hasta lo personal.

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