lunes, 12 de junio de 2017

FRANKENSTEIN INSÓLITO. Varios autores



Portada del libro Frankenstein insólito, de varios autores
Edición en español (1992)
-Homenaje a la criatura, no a su creador.-


Género. Relatos.


Lo que nos cuenta. El libro Frankenstein insólito (publicación original: The Ultimate Frankenstein, 1991), con prólogo de Asimov (en su línea, ya me entienden) y cierre de Leonard Wolf que repasa la filmografía más interesante al respecto del tema, es un homenaje en forma de trabajos cortos al sexagésimo aniversario de la película Frankenstein y todos, con la excepción del relato de Vonnegut que fue publicado en 1968, escritos para la antología, más centrado en la criatura (o el monstruo de Frankenstein) que en el propio doctor (aunque algo hay), que nos llevarán a conocer robots de placer, aplicaciones deportivas de distinto tipo para las habilidades de este tipo de criaturas, la soledad del monstruo o su actividad social con amigos particulares, entre otros asuntos. Libro también conocido como El mito de Frankenstein.


Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.


    - Casi carne (Katherine Dunn): acercamiento al tema de la recopilación de una forma más conceptual que el resto, ya que el “monstruo” es “creado” por la protagonista, muy bien retratada en sus particularidades, interesante en lo narrativo por su “fogosa frialdad” y diferente dentro de la antología por su aproximación más “técnica” desde la ciencia ficción.


    - El verano casi había concluido (Brian W. Aldiss): visión interior de la criatura, de los caminos que pudo haber tomado y de cómo sus necesidades marcan su destino (y también las nuestras, las de los demás).


   - La criatura en la litera (Michael Bishop): trabajo tipo El tapiz del vampiro pero mucho más obvio y directo, que se va acercando a caminos ya trillados según avanza.


   - Fortaleza (Kurt Vonnegut): relato construido a modo de pieza teatral breve, distinto en lo formal al resto de la antología, con ese humor tan particular del autor y que nos hará pensar en algunas situaciones de Futurama.


   - Los monstruos de Midway (Mike Resnick): muy breve, muy rápido y que se acerca al homenaje de una forma muy, pero que muy particular, construido como recortes de noticias deportivas.


   - Sueños (F. Paul Wilson): uno de los relatos que decide abordar un aspecto no tocado del monstruo de Frankenstein desde lo “psiconírico”, de maneras suaves e intimistas.


   - Mal, sé mí Bien (Philip José Farmer): un trabajo del autor más contenido de lo habitual en él en esa época, que también aborda el asunto desde otro punto de vista poco manoseado, el relato que más homenajea, aunque a su manera y en mi opinión.


   - Un escrito de Habeas Corpus (Chelsea Quinn Yarbro): drama legal breve, de concepto interesante pero ejecutado sin llegar a tocar techo (si es que se despega del suelo).


   - El estado contra Adam Shelley (Benjamin M. Schutz): relato construido como un informe de psiquiatría forense, más original en la forma que en el fondo.


   - Chui Chai (S. P. Somtow): Weird ochentero con ambientación exótica tailandesa, distintivo dentro de la antología y que podría haber sido escrito por un simbionte de Barker y Joyce Carol Oates.


    - Yo, el monstruo (Loren D. Estleman): relato que genera ambivalencias porque, por un lado, no trae nada nuevo en lo general, pero por otro supone al monstruo en la actualidad y cómo mira su propio mito y a nosotros mismos.


   - Esta helada región, mi corazón oprime (Steve Rasnic Tem y Melanie Tem): acercamiento al monstruo mediante el homenaje a la autora del libro original y la ficción sobre sus pensamientos en sus últimas horas, bastante sensible aunque algo recargado.


   - Un loco en la academia (Esther M. Friesner): mucho humor fallido, muchas situaciones cómicas fallidas y un relato, adivinen, fallido.


   - Última llamada para los hijos del shock (David J. Schow): homenaje al cine de otra época y a los monstruos a los que dio a luz (con destacada participación del homenajeado principal de la antología), que va por un camino y ofrece finalmente un giro interesante según lo que contó.


   - Víctor (Karen Haber): introspección del doctor Frankenstein en sus últimos momentos de vida, sencillo pero efectivo, que gira sobre sí mismo para mostrar que su mayor miedo es su mayor logro.


  - Quinta parte (Garfield Reeves-Stevens): otra aproximación ochentera (en el fondo, no en la forma) al asunto, pero con un valor intrínseco en su temática que todavía hoy se puede entender y llena de referencias al cine de Hollywood.


   - La pequeña Frankie (Joyce Harrington): otro de los trabajos fallidos de la antología porque homenajea el asunto a su manera, lejana diría yo, y sin garra de ninguna clase.


   - Piedad para los monstruos (Charles de Lint): horror psicológico de segunda, con sensaciones de ser forzado en el devenir de su trama.


   - La última comida y salchichón para el camino (George Alec Effinger): uno de los trabajos más interesantes de la antología porque nos hace preguntarnos quién es el monstruo en realidad, cuánto de horrible hay en las buenas intenciones mal manejadas y que ofrece una crítica social potente.

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