lunes, 8 de febrero de 2016

STALKER. PÍCNIC EXTRATERRESTRE. Arcadi Strugatski y Boris Strugatski

-En ambientaciones de (sub)género, actitudes humanas.-

Portada del libro Stalker. Pícnic extraterrestre, de Arcadi Strugatski y Boris Strugatski
Edición en español (2015)
Género. Ciencia ficción.

Lo que nos cuenta. En el libro Stalker. Pícnic extraterrestre (publicación original: Пикник на обочине,  1972), una civilización extraterrestre que procedía de la constelación del Cisne visitó la Tierra en seis puntos distintos, pero no hizo un contacto convencional: dejó tras de sí muerte y catástrofe en esas seis Zonas de Visitación, que ahora están bajo control de la ONU para su estudio y catalogación, ya que quedaron llenas de objetos y artefactos incomprensibles para los humanos, pero con actividades técnicamente relevantes. Los stalkers son personas que se deslizan sin permiso en las Zonas y tratan de recuperar objetos que luego venden en el mercado negro, pero pocos lo hacen ya que es una actividad peligrosísima porque en las Zonas hay todo tipo de amenazas. Redrick Schuhart fue un stalker, pero ahora ofrece su experiencia como miembro oficial del Instituto Internacional de Culturas Extraterrestres de Harmont. Libro también conocido como Pícnic junto al camino.

Mi opinión. (Sub)Género al fondo y realidades muy humanas al frente de esta novela, con personajes de comportamientos reconocibles, explicables y con los que el lector genera vínculos con rapidez, bastante breve, rápida de leer, pero que deja sabores en el paladar durante bastante tiempo, suficiente desde lo técnico y potente tanto en atmósferas como trama, triste, dura, “realista”, lejos de clichés tanto en su momento como ahora, interesante y distinta de verdad.

Destacado. Lo bien que se entiende a Red y sus emociones.

Potenciales Evocados. Pórtico (y ojito que Pórtico es posterior…) posicionada en lo noir, barriobajera y sin salir de nuestro planeta, mezclado con Aniquilación en serio de verdad y con poso que mancha.

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