-Algo poco
común, pero no único, cuando se habla de género: la forma por encima del fondo
(bastante por encima, la verdad).-
Género. Ciencia ficción (al menos eso creo yo, sin encomendarme a nadie y
sin saber qué más hay en la trilogía después de esta novela, pero también se
puede ver bajo otras ópticas).
Lo que nos cuenta.
Vamos a ver cómo lo hago para no hacer spoilers
y respetar la manera que eligió la autora para plantear la trama… El libro La quinta estación (publicación
original: The Fifth Season, 2015), un
narrador no identificado (…) nos habla de Quietud, un mundo que a pesar de
su nombre está sujeto a toda clase de catástrofes naturales cada cierto tiempo,
y también nos habla de varios personajes. Otro narrador (…) nos
habla de una orogén (el nombre que se da al individuo con la capacidad de generar
efectos sísmicos) llamada Essun, que reside en un pueblo pequeñísimo y sin
importancia, a cuya vida llega la desgracia (eso si alguna vez se fue la
desgracia de su vida). Primer libro de la Trilogía de la Tierra Fragmentada.
Mi opinión.
Trabajo interesante en lo técnico, al menos de partida, cuyo despliegue se
convierte poco a poco en lastre porque la forma, esa forma de narrar, termina
por tener un protagonismo que eclipsa la trama e incluso la natural “llegada”
de eventos, personajes y situaciones hasta el lector (o al menos le pasó a este
lector), aunque quizá ese no sea el problema y, en realidad, se debe a que la
trama es leve y dispersa (esa es mi teoría) y, al menos en este volumen, todo
se juega a la carta de la forma y el estilo (que llama la atención, disimula, tapa y todo
lo hace a la vez).
De ritmo
suficiente, confuso (pero eso es algo buscado por Jemisin de manera
voluntaria, aunque dudo que buscase lo negativo que lo acompaña) durante buena
parte del texto hasta que el lector entiende (o se hace una idea al respecto) qué
está pasando (aunque para entonces ya podría ser tarde…), de interés intermitente, notable en la forma de mostrar diferentes clases de "desgracias" y rechazos, alargado en demasía y un libro curioso sin la menor duda.
Destacado. Su forma de narrar no es novedosa fuera de géneros y subgéneros y, aunque tenga su atractivo, no termina de "camuflar" los puntos débiles.
Potenciales
Evocados. Las formas narrativas de una parte de El jugador (la del “monólogo”),
pero llevadas hasta niveles de literatura contemporánea más que notables que,
por desgracia, “interfieren” en la llegada hasta la trama, en unos decorados (y
unos trasfondos, como el de las habilidades “especiales”) que parecen de
Brandon Sanderson (sí, en serio).