-Distintas
aproximaciones a la temática con el horror, aunque mediante diferentes
enfoques, como nexo común.-
Género. Relatos.
Lo que nos cuenta.
El libro Calabazas en el trastero: Casas
embrujadas (publicación original: 2017), con prólogo de Víctor Selles,
ofrece trece relatos que se aproximan de distintas maneras al concepto de la casa
embrujada, ya sean granjas aisladas, bloques enteros de apartamentos, pequeños
pisos en el centro de la ciudad, apartamentos bajo gestión de inmobiliarias al
servicio de bancos, sótanos en los que han sucedido cosas horribles, edificaciones
abandonadas ocultas tras oscuros jardines, sanatorios mentales, mansiones
familiares e incluso receptáculos de plástico para shows publicitarios, mobiliario con una historia detrás o casas
totalmente inofensivas… Vigésimo tercer volumen de la veterana serie Calabazas en el trastero.
Mi opinión/Destacado/Potenciales
Evocados.
- Casa ocupada
(Javier Vivancos): relato molesto y agobiante (punto para el autor) desde el principio
hasta el final, tanto en lo sobrenatural como en lo “profesional” de la trama,
gracias a un estilo muy apropiado y ajustado a lo que cuenta.
- Cláusula 21
(Sergio Moreno): experimentos psíquicos “a lo grande” y con acercamiento a la
crítica socioeconómica de fondo (o eso intuye este lector), arropados por subtramas con
menor potencia que la central.
- No entres
(Ricardo Cortés Pape): experiencias en la casa embrujada de la mano de su
víctima, con aires de otros tiempos pero que se intentan actualizar en la
forma.
- La casa silente
(Daniel Garrido Castro): la “anormalidad” de la “normalidad” (o al revés, la “normalidad”
de la “anormalidad”; incluso ambas a la vez, de verdad) en una trama que da la
vuelta a la perspectiva del tema y sus implicaciones.
- Escritores
(Andrés Díaz Sánchez): fantasma con deseo de inmortalidad literaria, ambición, horror
y al final el destino de todos y todos…
- Trozos (Jose Alberto Arias): Concepto interesante, potenciado por cómo se juega con él y por
qué ha sucedido todo en realidad, de tonos suaves que resaltan más el horror del
fondo por contraposición.
- Cuento de hadas
con ogro (Lisardo Suárez): visión infantil de una situación horrible de la que,
a diferencia de la protagonista, el lector es consciente en todo momento.
- Rescoldos
(Erica Gómez Gris): trabajo con aires de otros tiempos, a los que incluso
podría homenajear, bastante corto y directo al grano pero sin descuidar las atmósferas.
- Hotel Carcosa
(Salomé Guadalupe Ingelmo): otro homenaje a tiempos pasados del género y del
tema, tanto en contenidos como en la forma, también cuidado en las atmósferas.
- Cenobia (Iván Humanes): homenaje a Lovecraft directo, que indirectamente toca el tema de la
convocatoria, crudo, tenso y dinámico.
- Tentación (L.G. Morgan): relato triste, tanto en lo que cuenta de forma directa como mediante
lo que, en mi opinión, termina por simbolizar.
- La casa de los
juguetes rotos (Víctor Villanueva Garrido): otro de los relatos que va más allá
del tema de la convocatoria y lo usa para contar una historia distinta y dura,
mucho.
- La casa de
plástico (Javier Lacomba Tamarit): escenario muy poco común, contenido de fondo
imaginativo, de ritmo en ascenso y horror que llega hasta lo personal.