domingo, 18 de junio de 2017

MARTE ROJO. Kim Stanley Robinson

Portada del libro Marte rojo, de Kim Stanley Robinson
Edición en español (1996)
-De las ideas y no de la narrativa.-

Género. Ciencia ficción.

Lo que nos cuenta. El libro Marte rojo (publicación original: Red Mars, 1992) nos lleva hasta el primer tercio de siglo de la colonización de Marte de la mano de cien pioneros (más uno…), especialistas en diferentes ramas de la ciencia y que, muy pronto, dejarán claro que sus ideas y esperanzas podrían estar muy por encima de las directrices primarias de la misión. Primer libro de la Trilogía de Marte.

Mi opinión. Trabajo de ciencia ficción Hard con muchísimas ideas que, independientemente de la cohesión narrativa o del mero sentido común literario, se exponen una a una sin piedad, interesante por cómo se ofrece la trama mediante el cambio de punto de vista y lo no lineal en el orden de eventos, ya que ambos permiten al lector tener unas impresiones sobre los personajes y los sucesos que tal vez no sean los mismos según avanza en la lectura, con bastante sobrepeso si las elucubraciones científicas no son lo más importante para el lector y con tendencia a pasar por alto lo más interesante de la novela, en mi opinión, como es la dinámica de relaciones entre los colonos, no especialmente rápida de leer ni con buen ritmo, pero sí con un atractivo extraño desde la epopeya implícita que a veces parece olvidar, por más que su atmósfera zurda pueda incomodar (no por sí misma, sino por su destrozo de la diestra, y no por el hecho de hacerlo, sino por la forma tan inocente y obvia de hacerlo).

Destacado. La selección de pioneros, o más concretamente lo que la selección debe pasar por alto aunque no deba (no puedo ser más específico por aquello de los spoilers, pero ya verán a qué me refiero si lo leen).

Potenciales Evocados. Problemas sociopolíticao a lo Mundos, pero más realistas, que se levantan sobre todo lo que no contó Ray Bradbury porque era tecnológico y no poético, junto a compañías que parecen salidas del Cyberpunk más canónico.

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