miércoles, 14 de junio de 2017

LOS AMOS DE LA NOCHE. Brian Hodge

-La resaca de lo ochentero puede ser suave, pero no deja de ser resaca.-

Portada del libro Los amos de la noche, de Brian Hodge
Edición en español (1992)
Género. Narrativa fantástica.

Lo que nos cuenta. En el libro Los amos de la noche (publicación original: Nightlife, 1991), unos narcotraficantes colombianos consiguen hacerse con varios kilos de una sustancia que usa la tribu de los yanomamö, en las junglas del sur de Venezuela, con fines rituales. La llegada de la droga a Florida revelará sus mortales capacidades para sacar el animal interior de las personas y el responsable de su comercialización en territorio estadounidense descubrirá que puede ayudarle a que pueda medrar en el negocio, aunque tendrá que hacer que desaparezcan todos los que lo puedan relacionar con el material, conocido como limpiacráneos. Pero un guerrero yanomamö viajará hasta la civilización para recuperar la droga, rastreándola a lo largo de la cadena de distribución.

Mi opinión. Novela entretenida con grandes problemas de ritmo (porque es irregular e interrumpido por decisiones del autor respecto a la trama y su manejo), que se podría ver como parte de los últimos coletazos de las tendencias ochenteras al respecto del horror urbano, aunque, en este caso, manejadas con cierta contención general y ninguna en el particular de varias descripciones, que destaca por el exotismo de ciertas derivas en sus contenidos, pero, en realidad, se basa en esquemas conocidos, fácil de leer y con alguna escena que no se olvida con facilidad.

Destacado. Tony Mendoza, un villano logrado y fascinante desde lo repugnante.

Potenciales Evocados. Las visiones chamánicas de La jungla esmeralda en versión Clive Barker.

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