martes, 8 de diciembre de 2015

MUNDOS CÁLIDOS Y OTROS. James Tiptree, Jr.

-Ejemplos de lo que supuso la autora en su época.-

Portada del libro Mundos cálidos y otros, de James Tiptree Jr.
Edición en español (1985)
Género. Relatos.

Lo que nos cuenta. El libro Mundos cálidos y otros (publicación original: Warm Worlds and Otherwise, 1975) está compuesto por doce relatos de ciencia ficción con algún espacio para lo fantástico (que incluyen un par de los que ya hemos hablado aquí y aquí) escritos entre 1968 y 1975, varios con premios importantes del género en su haber, con un prólogo de Robert Silverberg que no sé si, entonces, iba en serio o no (sé que fueron amigos, por lo que me queda la duda sobre la verdadera intencionalidad de su texto), que nos llevarán a conocer el manejo virtual del Marketing y el consumo, un primer contacto con alienígenas realmente surrealista o las consecuencias de tener la memoria alterada por recuerdos implantados, entre otros temas. Incluye los conocidos y premiados La muchacha que estaba conectadaAmor es el plan el plan es la muerte y Las mujeres que los hombre no ven.

Mi opinión. Recopilación de la primera época de la autora que, durante mucho tiempo, llamó la atención de sus contemporáneos aficionados al (sub)género, y a muchos de los escritores del mismo también, mientras se escondía con celo bajo un seudónimo, bastante distintos en lo técnico a lo que se estilaba por la época, pero también en cuanto a sus atmósferas y manejos de la trama, ya que introducía sexo sin tapujos (pero con clase) o se atrevía a usar lo surrealista con intencionalidades sociopolíticas, y todo ello mientras ofrecía sensibilidades acusadas demostrando, sin ninguna duda, que se podía hacer ciencia ficción trabajando las psiques de los personajes y no solo sus tramas, entornos o trasfondos, que hoy en día tienen un carácter ciertamente irregular, por más que algunos sean muy potentes todavía, pero que son un ejemplo de los caminos que fue tomando el género tras el punto de inflexión que supuso la New Wave porque algunos, como Tiptree, trabajaron mucho más lo formal y con un tono que fue muy propio.

Destacado. Que si se consigue leer ahora mientras el lector se pone por un momento en los zapatos de los que los leyeron en su momento, el impacto es mayor.

Potenciales Evocados. Muy variados, desde la aproximación intimista a momentos de Pacific Rim (sí, en serio), hasta lo que pudo ser el germen inconsciente de la virtualidad del Cyberpunk, pero con la sensación de que podía haber sido la mano de John Varley la que escribía, pero mucho más sensible (si eso fuera posible) y con menos temor a la experimentación (si eso también fuera posible).

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