-El primer libro de una saga que tiende a
enfrentar las opiniones pero que ha hecho mucho por el género.-
Edición en español (1999) |
Género. Novela histórica.
Lo que nos cuenta. En el libro El primer
hombre de Roma (publicación original: The First Man in Rome, 1990),
y en la Roma de finales del siglo II antes de Cristo, un antiguo pretor de
humildes orígenes, Cayo Mario, comienza a preguntarse por qué, a pesar de sus
méritos personales, nunca ha sido nombrado cónsul y trabaja para cambiar esa
situación. De manera simultánea, Lucio Cornelio Sila desea el mismo
nombramiento, al que considera tener derecho por su nacimiento en una noble
cuna. Primer libro de la serie Señores de Roma.
Mi opinión. Entretenida narración coral que va cambiando de
perspectiva, pero usando siempre la tercera persona “omnisciente", y que
repasa los comienzos de un periodo fascinante de la historia de la República de Roma. Plagada de personajes principales (y no tanto), de los que notamos con
mucha rapidez la opinión personal y la valoración de la escritora, de muchas
tramas complementarias a la principal, nada simple por más que novele historia
ya que retrata su tiempo desde muchas perspectivas y con mucha exactitud
respecto a muchísimos detalles cotidianos, densa y larga aunque a pesar de ello
bastante bien contada y atractiva.
Aunque lo que nos cuenta resulta conocido para
aquellos con un poco de interés en la historia de Roma, la novela consigue que
el lector aparte los ojos de ese detalle para concentrar su mirada en cómo se
desarrollaron los hechos, ya que nos muestra algunos desarrollos en la trama
que, siempre sensatos dentro de la historiografía oficial, o son algo
inesperados o transitan caminos poco comunes. Intensidad en las
partes más bélicas, cercanía en las más costumbristas, algo dulzona en el
retrato más romántico que no en el más carnal, formalismo casi didáctico en las
más administrativas, bastante edulcorada en las más familiares y cerca de lo enciclopédico
en los detalles, en general.
Destacado. La forma de llenar huecos de la historia,
novelándolos con personalidad propia en algunos momentos y no siempre siguiendo
las teorías mayoritarias entre los expertos.
Potenciales evocados.
Aunque les suene el nombre de la autora, nada que ver con El pájaro espino;
poco que ver con los estilos propuestos en el género por Robert Graves o Marguerite Yourcenar y
sí con los de Ken Follett o Noah Gordon, pero mucho más belicoso (en todos los sentidos)
y riguroso; menos brioso que Africanus. El hijo del cónsul y más político, por si así
puedo situarles más.