lunes, 27 de agosto de 2018

SADRAC EN EL HORNO. Robert Silverberg


-Los conceptos que no dan para una novela no deberían estirarse.-



Portada del libro Sadrac en el horno, de Robert Silverberg
Edición en español (1986)
Género. Ciencia ficción.


Lo que nos cuenta. En el libro Sadrac en el horno (publicación original: Shadrach in the Furnace, 1976), la humanidad ha sufrido los estragos de una gigantesca explosión volcánica y de guerras biológicas; ahora, en el siglo XXI, el mundo está regido por Genghis II Mao IV Khan desde Ulan Bator, un hombre ya anciano pero con una salud relativamente buena gracias a la tecnología y los cuidados de su médico, Sadrac Mordecai, que incluso tiene implantes en su cuerpo que le informan en tiempo real de las variaciones en el organismo del presidente. Varios proyectos secretos están destinados a prolongar la vida del soberano y Sadrac es de las pocas personas que los conoce, pero ni siquiera él tiene idea de todos los planes del Khan a ese respecto.


Mi opinión. Trabajo con sobrepeso, que podría haber sido una correcta novela corta o un relato largo pero que se amplió (es una suposición propia, nada más) sin base para hacerlo y sus cimientos se resienten, de ritmo lento, con una distopía apenas trabajada al fondo (más allá de las sensaciones de la vida en la corte del dictador y dulcificadas, a mi modo de ver), que se lee más por inercia que por interés real y verdadero, sin mucha proteína y lejos de lo más interesante del escritor.


Destacado. La inclusión del diario de Genghis Mao, porque rompe un poco la tónica general y para bien, por más que tampoco haga que el libro levante el vuelo.


Potenciales Evocados. Totalitarismos asépticos y paternos en potenciales situaciones Dexter Ward o InMortal, con un protagonista entre un Guy Montag galeno y un Sinuhé forzado a tomar medidas.

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