-Esparta es mucho más que las Termópilas.-
Lo que nos cuenta. En el libro Talos de Esparta (publicación original: Lo scudo di Talos, 1988), Aristarco es un noble lacedemonio cuyo primer hijo, Brito, seguirá la estirpe guerrera
espartana y cuyo segundo hijo, Cleidemo, tiene una malformación en el pie
que lo hace culpable a los ojos de las inmisericordes leyes de Esparta, por lo
que debe morir abandonado según la costumbre. Pero un pastor ilota, la estirpe
de esclavos que permiten mediante su trabajo bajo el yugo espartano que sus
amos se dediquen y consagren a la guerra, rescata al niño entre las raíces de
un acebo, lo llama Talos y lo cría como a un hijo.
Mi opinión. Sobria novela, de las primeras del autor y
todavía sin esas tendencias Best Seller
que terminó desarrollando (lo cual es tan bueno en unas cosas como malo en
otras), con bastante ficción sobre el gran marco histórico (y bastante apegado
a él en usos y costumbres “incómodas”) enlazando con eventos importantes en el periodo de las Guerras Médicas y que incluso hace que el protagonista se
encuentre, entre otros famosos personajes, con Filípides (aquí nombrado por su
grafía menos común en español, Fidípides) antes de su gloriosa y famosa
carrera, con algún momento al borde de la fantasía retenido por ceñirse a
ideas y no a ejecuciones directas, de ritmo suficiente, tono algo monocorde y
entretenida a grandes rasgos.
Destacado. Una aproximación ligera y novelada con
ficción a realidades históricas de la Antigua Grecia.
Potenciales Evocados. Lo que hay debajo de Puertas de fuego y que muchos desconocen, aunque deberían saber; la conocida trama de “elegidos”,
más habitual en otros géneros, pero traída a la Antigua Grecia; un Manfredi
menos fluido de lo que hoy en día es capaz de ser.