Edición en español (2008) |
-Desplazándose del thriller puro hacia el thriller de acción.-
Género. Novela.
Lo que nos cuenta. En el libro La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (publicación original: Flickan som lekte med elden, 2006) y algún tiempo después de los acontecimientos del primer volumen de la serie, Lisbeth Salander sigue lejos de Suecia esperando a que se enfríen las cosas, se hace algún arreglito y mantiene el tipo de relación tan especial con las personas que solo ella sabe mantener, sin saber que su pasado va a volver a ella para complicarle mucho las cosas. Mikael Bomkvist ha regresado a Milennium y se encuentra con un artículo freelance a valorar que trata sobre el tráfico y comercio sexual, lo que lleva a pensar en un número monográfico de la revista dedicado de forma íntegra a ese tema y, por lo tanto, Mikael tendrá que investigar sobre el asunto. Segundo libro de la trilogía Millennium.
Mi opinión. Continuación de la serie de Stieg Larsson centrándose en esta ocasión en la fascinante figura de Lisbeth Salander, personaje que la trama desarrolla tanto en personalidad como en trasfondo, aunque tomando por momentos derroteros demasiado exagerados respecto a sus capacidades en muchos sentidos, con Mikael más en segunda línea por mucho que tenga bastantes líneas en el argumento, con el resto de los personajes actuando como comparsas, narrada con ese estilo tan propio del autor que no inventa nada, pero que usa con acierto sus herramientas, de muy buen ritmo y rapidísima de leer, entretenida aunque excesiva por momentos, que juega muy bien con los tiempos por más que su comienzo sea algo dubitativo para el lector, muy noir a su manera, con más acción que intriga y plagada de acontecimientos.
Destacado. El enriquecimiento de la trama, basándose en lo planteado con anterioridad, pero desarrollándola mucho y con acierto.
Potenciales evocados. Seguimos teniendo algún tema en común con la serie Burke, pero con toques Terminator (varios diferentes) junto a ciertos toques Jens Lapidus mientras empiezan a aflorar las tendencias Liza Marklund.