-Nadie es un buen Sherlock Holmes de sí mismo, pero puede permitir que
otros lo analicen si ofrece la información suficiente.-
Edición en español (2014) |
Lo que nos cuenta. El libro Historias
desde la cadena de montaje (publicación original: Tales from the
Assembly Line, 1998), con prólogo de Michael Moore, ofrece los recuerdos
del escritor desde su juventud, mezclados con diferentes reflexiones sobre la
vida en general, pero centrados en su trabajo en una planta de montaje de
vehículos de General Motors y cómo sus tareas se adaptaban a su forma de ver la
vida.
Mi opinión. Desde cierto punto de vista, muestra de
eventos tristes (unos provocados, otros no) de una vida incompleta refugiada en
la autodestrucción con cuentagotas y el nihilismo de barra de bar, con el amargo
encanto del perdedor impregnándolo todo, sensaciones repetitivas a pesar de las
variaciones y una colección de anécdotas oscuras en el seno de un trabajo en
una cadena de montaje industrial.
Desde otro, los recuerdos de un hombre que tomó
demasiadas malas decisiones desde el punto de vista de personas medianamente razonables
y estables, y sin embargo decisiones muy ajustadas a su psique y a su forma de ver
las cosas, con una técnica narrativa bastante sencilla y directa, donde lo
humorístico y lo triste se entremezclan demasiado bien dentro de unos eventos
que parecen ser los mismos, sin serlo, con mucha frecuencia.
Destacado. Que es un gran ejemplo de cómo alguien
puede estar ciego a lo que tiene delante, por perjudicial que sea y por mucho derecho
que tenga a vivir como quiera.
Potenciales Evocados. Algo de La educación de un ladrón, por aquello de la voz propia para contar lo propio,
pero menos sobrio en este caso y más indulgente en casi todo que la obra de
Edward Bunker; algo de un Charles Bukowski “industrial” y con menos talento narrativo.