Género.
Relatos.
Lo que nos
cuenta. El
libro Vampiros (publicación original: Blood Is Not Enough, 1989) es una
antología con diecisiete relatos seleccionados por Ellen Datlow, responsable
también de la introducción, cuyos trabajos en general (en general, ojo) muestran mucho cuidado en su
despliegue técnico y no demasiada potencia dentro del tema de los
vampiros, tema al que se acercan bastantes relatos de manera nada literal, que nos
permitirán conocer una amenaza en un campo de concentración, unas niñas en un centro
de cuidado infantil, un club privado bastante particular, una doctora muy
ocupada, personas que controlan la voluntad de otros o una modelo fotográfica
fascinante, entre otros temas.
Mi opinión/Destacado/Potenciales
Evocados.
- El deleite del
carroñero (Dan Simmons, 1983): relato que, seis años después, dio origen al
conocido libro Los vampiros de la mente y que es casi igual, con solo pequeños
cambios, a una parte de dicha novela (y funciona igual de bien).
- La mar no podía
estar más mojada (Gahan Wilson, 1967): acercamiento casi surrealista al tema de
la antología y homenaje a Lewis Carroll, que genera sensaciones encontradas e
intensas.
- El collar de
plata (Garry Kilworth, 1989): trabajo con aires (y resultados) de épocas pasadas.
- Prueba con un
cuchillo sin filo (Harlan Ellison, 1968): relato del que ya hemos hablado en este
blog bajo el nombre de Un cuchillo sin filo.
- Gusanos
varicosos (Scott Baker, 1989): trabajo que tal vez se adelantó al Bizarro, al
menos practicado con absoluta seriedad y buenos resultados para manejar una
trama explícita de brujería, parásitos y abuso.
- Lázaro
(Leonidas Andréiev, 1907): revisión del mito bíblico desde perspectivas fantásticas
dentro del relato histórico.
- ¡L’Chaim!
(Harvey Jacobs, 1989): exclusividad, consumo (…) y diletancia en una brevedad
agradable.
- El regreso de
los vampiros de polvo (Sharon N. Farber, 1985): curiosidad más lograda por cómo
narra las cosas en relación con sus personajes que por otra cosa.
- Buenas chicas
(Edward Bryant, 1989): interesante relato por cómo da la vuelta a varios
estereotipos en el tema sin dejar de ser fiel a ellos.
- La chica de los
ojos hambrientos (Fritz Leiber, 1949): trabajo adelantado a su tiempo, por lo
que todavía hoy funciona bien, debido al uso de esquemas Pulp mediante una
narrativa mucho más sólida y una vertebración de la trama vampírica en el
consumismo.
- El árbol janfia
(Tanith Lee, 1989): atmósferas y tonos muy Tanith Lee.
- Una hija de la
oscuridad (Susan Casper, 1989): relato que juega con lo que es real y lo que no,
pero además ofrece con éxito lo que puede pasar en la cabeza de alguien
confundido respecto a su naturaleza.
- Nocturno (Steve Rasnic Tem, 1989): poesía, un género que supera (como ya sabrán los habituales
de este blog).
- Entre los
muertos (Gardner Dozois y Jack Dann, 1982): texto polémico en su momento, que
ahora no lo es tanto pero mantiene parte de su incomodidad, y del que ya hemos hablado aquí.
- Sentir el dolor
de otro (Chet Williamson, 1989): curioso manejo de las emociones y de cómo las
viven algunas personas (de manera extrema, quizá, para la mayoría de los
demás).
- Lapso de tiempo
(Joe Haldeman, 1989): otra poesía, otra muestra de mis incapacidades.
- Trabajo sucio
(Pat Cadigan, 1989): relato protagonizado por un personaje recurrente de la
autora, pero del que no creo haber leído nada más, narrado con un tono muy
apropiado para la personalidad de la protagonista.