-A pesar de
tener áreas de mejora, también tiene algo especial.-
Lo que nos cuenta.
En el libro Espacio Revelación (publicación original: Revelation Space, 2000) el doctor Sylveste dirige una excavación en el planeta Resurgan, una que podría
dar luz sobre los antiguos habitantes del planeta, pero una tormenta altera sus
planes y arriesga su puesto al frente de la propia colonia. Ilia Volyova es una
de las tres personas al frente de la gigantesca nave de combate Nostalgia por
el Infinito y necesita dos cosas: un nuevo Oficial de Artillería y una solución
a la Plaga de Fusión que ha afectado a muchas personas, entre ellas al Capitán
de la nave. Ana Khouri es una antigua soldado de Borde del Firmamento que ahora
trabaja como asesina dentro de la particular legalidad de su planeta y a la que
alguien importante le propone un trabajo bastante complicado a cambio de una
recompensa que Ana creía imposible obtener. Primer libro de la serie Espacio Revelación.
Mi opinión.
Trabajo interesante por cómo aborda atmósferas y ópticas dentro de la ciencia ficción, con una cantidad de ideas llamativas por capítulo que impresiona (al
menos a este lector), pero también con problemas de sobrepeso notables al “alargar”
situaciones sin una razón narrativa de peso para ello y que, por esa razón,
crea altibajos en el ritmo, de trama retorcida pero no estrictamente complicada
y que tarda en arrancar, personajes al servicio de lo que quiere contar el
autor y con poca vida propia (pero todos muy, pero que muy raritos, cada uno a
su manera, y eso le da un toque “distinto” a la novela), con más de un deus ex
machina y algún momento que parece que se le fue de las manos a Reynolds,
compacto en conjunto, tan propio en muchas de las cosas que propone que no se
ve venir en sus derivas y, en definitiva, llamativo dentro de su propuesta.
Destacado. La
mezcla de derivas del subgénero dentro de su trama y concepción argumental,
desde Space Opera a Cyberpunk, pasando por ciencia ficción militar, Hard y
varios más.
Potenciales Evocados. La versión “oscura” y “ambiciosa” de lo que podrían escribir
James S. A. Corey, M. John Harrison y Peter F. Hamilton si juntasen sus
esfuerzos.