Edición en español (2008) |
-Adelantada a
su tiempo.-
Género. Novela.
Lo que nos cuenta.
En el libro El asesino dentro de mí
(publicación original: The Killer Inside
Me, 1952) conocemos a Lou Ford, sheriff
adjunto de Central City, una pequeña localidad petrolera del occidente de Texas
y al que los vecinos tienen por un hombre agradable, tranquilo, educado y
atento a las necesidades de los demás, pero en su interior hay una furia
peligrosa que pugna por salir y que en su juventud ya causó problemas que
terminaron por afectar a su hermanastro, Mike, que murió años después en un extraño
accidente de construcción de la empresa Conway Construction. Su pareja es Joyce
Lakeland, una prostituta a la que el sheriff le encargó que echara de la ciudad
pero con la que terminó teniendo una tórrida y violenta relación. Joyce quiere
que dejen Central City para siempre, porque tiene dinero y puede conseguir
mucho más mediante Elmer Conway, hijo del rico del pueblo y enamorado de Joyce.
Mi opinión.
Noir adelantado a su tiempo porque ofrece un personaje con una enorme carga de
maldad interior (o un psicópata total, también podríamos decir, aunque este sí
tiene sentimientos afectivos hacia alguna otra persona aunque sean “extraños”)
y una ejecución de actos delictivos mortales sin “justificaciones reales” verdaderas
(alguna hay, pero accesoria por muy bien que se ajuste a la globalidad de la trama)
que en su época eran poco (o nada) comunes a la hora de narrar.
Libro expuesto
con frialdad tensa pero suave, acorde con el protagonista, uno tan desagradable
(punto para el escritor) como bien construido y casi hasta comprensible, que manipula al lector de muchas
maneras mediante la voz de Lou y lo que nos permite saber en cada momento, con escenas
muy duras, breve y rápido de leer, con un punto de fascinación y atractivo que
resulta, al menos a ojos de este lector, atemporal.
Destacado. La
construcción del personaje por lo bien que muestra las diferencias entre cómo
se muestra y cómo es sin que Thompson incida en ello y solo lo enseñe.
Potenciales Evocados. Una situación casi Westlake pero retorcida y sin el menor rastro
de humor, ni un poquito, y si muchos tonos de oscuridad; a Stephen King le
fascina el libro y no me extraña ni lo más mínimo.