Edición en español (2012) |
Género. Ciencia ficción.
Lo que nos cuenta. En el libro Planeta 86 (publicación original: Embedded, 2011) conocemos a Lex Falk, un maduro, descreído, experimentado y reconocido corresponsal acreditado que acaba de llegar al recientemente colonizado Planeta 86, un mundo en teoría bajo control del Directorio Militar de la Oficina de Asentamiento y, en realidad, dividido en jurisdicciones de los Estatus Unidos, del Bloque Central y de diferentes iniciativas comerciales privadas, que recibe al periodista con buena voluntad y con el deseo de que informe con libertad ya que no hay nada de cierto en los informes sobre algunos incidentes que, tal vez, están siendo tapados para ocultar un enfrentamiento en escalada con las fuerzas del Bloque. El olfato de Falk supera lo que le enseña el DMOA y terminará siendo testigo, en primera persona y gracias a una tecnología muy avanzada, de lo que de verdad está sucediendo.
Mi opinión. Novela muy rápida de leer tanto por su agilidad como por su extensión y por el deseo generado en el lector de saber más, que mezcla política, economía, corporativismo, periodismo y acción militar con acierto, que no inventa nada nuevo en general, pero tiene detalles más que curiosos, con un protagonista conseguido (por más que sea un poco arquetípico a su manera) que refleja muy bien sus motivaciones y personalidad y que está apoyado por unos secundarios suficientes para apuntalar la trama, con bastante acción bélica sin que ni combate ni militarismo sean su motivación principal (casi todo lo contrario, en realidad), más que solvente en lo táctico y con la testosterona controlada por la sensatez, de final acelerado que se ve venir y tan entretenida como ligera.
Destacado. Que el escritor debería haber “salido” antes y mucho más de las franquicias de Games Workshop.
Potenciales Evocados. Mucho más “realista” y “creíble”, como la propuesta exige, que los trabajos del autor en el universo de Warhammer 40.000; cruce entre Territorio Comanche, tecnología de Días extraños en tiempo real (o de Avatar sin xenoespecies) y ambientes tácticos de una Guerra fría futurista que se calienta.