-Otra forma de acercarse al mito, una muy diferente a lo
más habitual.-
Género. Narrativa fantástica (o ciencia ficción a su manera, o novela con un punto de partida fantástico, según se vea).
Lo que nos cuenta. En el libro El tapiz del vampiro (publicación original: The Vampire Tapestry, 1980) conoceremos a Edward Weyland, un maduro y brillante antropólogo
de la Universidad de Cayslin, pero también un vampiro, un depredador que se
alimenta de sangre y cuyas capacidades no se corresponden a las que se atribuyen al ser
mítico. Aunque ha construido una fachada de normalidad para esconderse en sociedad entre sus presas, corre riesgos
que lo ponen todo en peligro.
Mi opinión. Novela que podría parecer un Fix-up por su
estructura y origen (una novela corta premiada), pero que no lo es en realidad ya que los capítulos (¿relatos?) se
conectan de forma íntima en trama y personajes, de ritmo suave, un protagonista que va de menos a más en todos los sentidos (incluso en cuanto al nivel de empatía
generado en el lector), que parece construido mediante escenas (como una obra
teatral), más basada en los diálogos que en las descripciones y, cuando maneja
pensamientos y reflexiones, las aleja del protagonista casi hasta el final y se las permite
únicamente a los secundarios, de tendencias “realistas” al manejar el concepto del vampiro,
que se aproxima a lo que nos hace persona mediante alguien que no es
de nuestra especie, que funciona mejor cuanto más bagaje lector se tenga, que
podría haberse publicado en una colección de narrativa no fantástica por su
intencionalidad y un trabajo muy curioso que generará sensaciones
encontradísimas en unos y otros.
Destacado. El depredador que finge emociones humanas
puede llegar a ser más humano que los humanos.
Potenciales Evocados. Momentos del
Jukka Sarasti de Visión ciega, del Thomas Jerome Newton de El hombre que cayó a la Tierra, pero más práctico, del Paul Sheldon de Misery y de Hannibal Lecter de El silencio de los inocentes, pero cuando está en compañía
de Clarice y sin lo gore; en las antípodas de la práctica totalidad de libros
de vampiros que pueda haber leído usted, estimado lector.