Páginas

viernes, 26 de agosto de 2016

EL TAPIZ DEL VAMPIRO. Suzy Mckee Charnas


-Otra forma de acercarse al mito, una muy diferente a lo más habitual.-

Género. Narrativa fantástica (o ciencia ficción a su manera, o novela con un punto de partida fantástico, según se vea).
Portada del libro El tapiz del vampiro, de Suzy Mckee Charnas
Edición en español (1991)

Lo que nos cuenta. En el libro El tapiz del vampiro (publicación original: The Vampire Tapestry, 1980) conoceremos a Edward Weyland, un maduro y brillante antropólogo de la Universidad de Cayslin, pero también un vampiro, un depredador que se alimenta de sangre y cuyas capacidades no se corresponden a las que se atribuyen al ser mítico. Aunque ha construido una fachada de normalidad para esconderse en sociedad entre sus presas, corre riesgos que lo ponen todo en peligro.

Mi opinión. Novela que podría parecer un Fix-up por su estructura y origen (una  novela corta premiada), pero que no lo es en realidad ya que los capítulos (¿relatos?) se conectan de forma íntima en trama y personajes, de ritmo suave, un protagonista que va de menos a más en todos los sentidos (incluso en cuanto al nivel de empatía generado en el lector), que parece construido mediante escenas (como una obra teatral), más basada en los diálogos que en las descripciones y, cuando maneja pensamientos y reflexiones, las aleja del protagonista casi hasta el final y se las permite únicamente a los secundarios, de tendencias “realistas” al manejar el concepto del vampiro, que se aproxima a lo que nos hace persona mediante alguien que no es de nuestra especie, que funciona mejor cuanto más bagaje lector se tenga, que podría haberse publicado en una colección de narrativa no fantástica por su intencionalidad y un trabajo muy curioso que generará sensaciones encontradísimas en unos y otros.

Destacado. El depredador que finge emociones humanas puede llegar a ser más humano que los humanos.

Potenciales Evocados. Momentos del Jukka Sarasti de Visión ciega, del Thomas Jerome Newton de El hombre que cayó a la Tierra, pero más práctico, del Paul Sheldon de Misery y de Hannibal Lecter de El silencio de los inocentes, pero cuando está en compañía de Clarice y sin lo gore; en las antípodas de la práctica totalidad de libros de vampiros que pueda haber leído usted, estimado lector.