Género. Relato (largo, eso sí).
Lo que nos cuenta. En El fantasma de Canterville (publicación original: The Canterville Ghost, 1887) conoceremos a los Otis, rica familia norteamericana que se ha trasladado a vivir al castillo de
Canterville que compraron a pesar de las advertencias de su dueño, Lord
Canterville, sobre el aterrador fantasma que lo habita. Ellos no creen en
fantasmas y, cuando el espectro hace su aparición, mostrarán una actitud que
desconcierta al espíritu porque está acostumbrado a sembrar el terror entre los
ingleses que han vivido entre los muros del castillo.
Mi opinión.
Sainete (no en lo formal ni en la intención, pero sí en el “espíritu”) de alto
ritmo, con unos personajes que mediante unas pocas pinceladas quedan retratados
muy bien, con humor blanco al frente pero más negro si se escarba, muy crítica
pero usando herramientas amables, burlona también respecto a otros subgéneros
fácilmente identificables como el horror gótico, con algunos momentos que no se explican y dejan a la
imaginación cosas que se pueden interpretar de muchas formas (la estancia de
Virginia con el fantasma en relación al final, por ejemplo), muy rápida de leer
y con deliciosos sabores retro.
Destacado. Lo
que debió sorprender en su momento, porque ese tipo de derivas no eran nada
habituales. Hoy hemos visto esto muchas veces, aunque más en el cine que en
literatura.
Potenciales Evocados. Algún momento de High Spirits con escenas slapstick, pero desde la comedia
seria y socarrona con la sociedad de su tiempo y con el choque de visiones del
mundo actuales y pasadas como víctimas.